Bon Appétit ⚠

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Donde ambos tienen una cena y lo último que les importa es la comida.

O donde cenan pero no comida.

Donde se atragantan con carne, pero no de esa carne.

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Copas de vino a cada extremo de la pequeña mesa, platos con comida casera y sentados frente a frente. Murdock procuraba esconder su nerviosismo, no le preocupaba que al pelinegro no le fuese a gustar la comida, sino porque aquello era lo más cercano a una cita después de... Elektra.

No quería que todo en torno a Castle fueran deslices y ataques de pasión, quería arreglar las cosas. Necesitaba saber si estaba listo para pasar página.

No sabía si lo estaba arruinando, pero quien aseguraba que realmente estaba arruinando todo era Foggy quien muchas veces le suplicó que viera un psicólogo porque que dos de sus intereses amorosos fuesen asesinos no le parecía muy saludable. Y menos la facilidad con la que aseguraba seguir adelante tras lo de su última relación.

Terminarás lastimando no solo a ti, sino también a él, repasó las palabras de su amigo que, la mayoría de las veces, era un gran consejero.

—No había tenido la oportunidad de agradecerte por invitarme a cenar —explicó Castle rompiendo el silencio con su gruesa voz, maravillado porque tenía tiempo sin comer una comida casera decente—. Muchas gracias, Rojo.

Matthew sonrió devuelta con calidez, también era la primera vez que él comía decentemente. Normalmente recalentaba nuggets de dinosaurio en el microondas o preparaba ramen instantánea. Pero aquella vez quería que todo fuese distinto, especial.

—No es nada, tomé un par de recetas prestadas y creo que funcionaron —dijo, sin revelar que en realidad aquellas cacerolas eran un regalo de la Señora Cárdenas.

Ambos continuaron con su comida hasta que Castle decidió hacer aquella pregunta que le estaba carcomiendo de la intriga. No, no era sobre lo que había sucedido aquella vez en los muelles; se trataba de algo más cercano.

—Aunque debo decir que aún estoy molesto por lo de anoche —reclamó Frank con severidad.

—¿En serio quieres hablar de trabajo? —cuestionó Matt, rememorando que pasó la noche anterior siguiendo al pelinegro por la ciudad. Compartían un objetivo pero la prioridad de Daredevil era asegurarse que nadie muriera a manos (o, más bien balas) de El Castigador.

—No, por supuesto que no —respondió—. Solo me intriga, ¿por qué Rojo querría invitar a cenar a alguien

—Foggy diría que tu Rojo tiene un tipo —exclamó el otro con desdén—. Pero, siendo francos, creí que podríamos hacer algo divertido y pienso que te mereces un poco de paz.

Castle pensó en sus palabras antes de replicar con una ceja arqueada—: ¿Te llamaste "mi Rojo"?

—No, claro que no —se excusó el pelirrojo—, ¿ya notaste que la carne tiene salsa verde?

¿Te refieres a la carne que llevamos minutos comiendo?, cuestionó Frank en su mente pero no replicó, prefirió sonreír por lo bajo y preparar su siguiente pregunta.

Murdock comenzó a toser cuando el ex-marine le preguntó si recordaba lo que había sucedido la semana anterior en los muelles.

—Oh, Dios —exclamó Matt cuando dejó de atragantarse—. Claro que me acuerdo, demonios.

ᑭᒪᗩY: One Shots FrattDonde viven las historias. Descúbrelo ahora