Mi lejano futuro (Rusper)

Capítulo 7: Lunaris Parte: II

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Narra Rusia:

Cuando la vi caminando calmadamente a la vez que se aproximaba a esa diosa, me di cuenta que una extraña Sura negra comenzó a apoderarse de ella. Mostraba una tétrica sonrisa cuando la veía sufrir, y aunque no la culpo por eso, no debería de comportarse de esa forma.

No parecía ella...

Tenía que apresurarme, trate de llamarla pero no me escuchaba, no escuchaba a nadie, ni aunque su hermana la llamará ¿Tan fuerte era esa aura oscura?

Rápidamente me acerqué a ella para detener la locura que haría, no quiero hacerle daño físicamente, y se notaba que nada la iba a detener en matarla, por lo que hice lo único que se me ocurrió en ese momento y..

La besé. . .

Sé que no fue lo más lógico de mi parte hacer eso, pero. Solo pónganse en mi lugar un momento, ella iba a asesinar a esa, no quiero lastimar a Perú y tenía que distraerla de una u otra forma...

Además también quería besarla otra vez, pero recordando cómo lo hice.

Luna: —¡Valla! Jajajaja.. Miren esto.. El dragón siempre se queda con su princesa ¿O no?—

Rusia: —¿Sabes? Estarías menos dañada físicamente si cerraras tu enorme bocotá..—

Ya me estaba cansado, no, ya me estoy hartando completamente de ella ¿Cuántas veces debo de calmar a Perú para que deje de escuchar sus insultos? Sería mucho mejor si ella dejase de hablar completamente.

Traté de yo mismo cerrarle la boca, no me importaba si mi hermano y padre dejaban de respetarme por golpear a una mujer, ella se lo estaba buscando completamente, pero Perú me detuvo.

Me susurró al oído un plan mucho mejor de lo que tenía pensado hacer, pero.. ¿Hiba a funcionar en serio? ¿Podríamos llegar a hacer eso? Sea cual sea el resultado, confío en ella lo suficiente como para intentarlo de todas formas.

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Rusia: —Bien.. ¿Lista?—

Me separé a un metro de ella a la vez que le extendí mi mano, el hechizo que ella haría con mi ayuda debería de aprendérmelo por alguna emergencia, al parecer sabe mejores hechizos que yo.

Perú: —Más que lista—

Me dedicó una ligera sonrisa bastante determinada cuando me agarró mi mano con su mano derecha, al fin podríamos acabar con ella pero aún no debemos de cantar victoria. Alzó su mano izquierda chasqueando sus dedos para apresar nuevamente a aquella mujer encadenándola de pies y manos para mantenerla completamente quieta.

Perú entrelazó sus dedos con los míos causando que sus marcas de nacimiento brillasen nuevamente de un intenso azul zafiro, pero con una notable diferencia, su brillo se traspasó hasta mí , sentía como la luz de luna de abrazaba con su brillo, podía sentir y ver todo lo que tocaba su luz ¿Así siempre veía Perú la noche?