Capítulo 18: Numbrant

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Ambos rápidamente salieron de aquella habitación no sin antes cerrarla y guardar la llave en el lugar más seguro que pensaron. La peruana estaba agotada de guardarse todo, y no entendía del todo el por qué, pero sentía que podía contarle TODO al finlandés. Se guardaba cosas con el ruso y sus hermanas ¿Pero Finlandia? Bueno, quiere seguir viendo si puede seguir confiándole secretos.

Finlandia: —Traje mi auto, podríamos ir po ahí mientras formamos un plan si gustas— ambos bajaron corriendo del lugar bastante entusiasmados por pelear juntos, pero cuando salieron de la casa, el finlandés se detuvo rápidamente al ver a su pequeña —Woow... Estás preciosa..— No podía creerlo, el cabello blanco con aquellos ojos azul brillante que cambiaban demasiado su apariencia, pero la joya de la princesa, era su hermoso sonrojo que ella le ofrecía al alagarla.

Perú: —¿Per-Perdón?

Finlandia: —Lo-Lo siento, es que me sorprendió mucho que te puedas ver más hermosa dependiendo del día o la noche.. Aunque de por si ya eres hermosa pero-.. No-No me hagas caso, a veces hablo sin pensar demasiado

Perú: —...Tenemos que hablar después ¿Si? Primero lo primero, acabar con esa cosa... Pero creo que es mejor ir volando, a no ser que no puedas

Finlandia: —Muchas veces he levitado, pero nunca he podido volar en sí, así que... No quiero retrasarte

Perú: —¿Bromeas? Lección rápida de vuelo, lo haces mejor si no quieres caer— rápidamente, agarró las dos manos del finlandés comenzando a volar, no lo entendía, es más, no comprendía el por que, a pesar encontrarse en un momento de crisis, ella y el finlandés estaban realmente relajados. Parecía que no se encontraban en un momento estresante, pero no debía de pensar en eso ahora. —Vamos, así llegaremos mucho más rápido

Finlandia: —Claro... Pero no me sueltes del todo

Aquel peliblanco soltó un nervioso suspiro a la vez que se soltaba una de sus manos, la altura era impresionante, nunca había llegado tan alto antes. Las otras ocaciones con la justa llegaba a 10 metros suspendido del suelo, pero nunca logró moverse de un lago a otro, la principal razón de eso, era que, no quería que sus hermanos se enterasen sobre sus poderes.

Siempre los protegió de lejos, no quería preocuparlos, o más bien, no quería que le tuviesen miedo. Siempre estuvo atento a ellos, después de todo, era el único que podía defenderlos, estaba demasiado seguro que ninguno de ellos utilizaba magia.

Al llegar cerca a aquella enorme criatura, ambos se quedaron vigilando desde una pequeña nube, a bastante distancia en donde esa cosa se encontraba. Desde ahí, tenían una perfecta pespectiva de toda la ciudad, dándose cuenta que ocurrieron muchos accidentes gracias a que toda la gente se quedó dormida. Todo era un caos, pero también, un horrible silencio se apoderó del lugar, solo se escuchaba el suave canto de la criatura.

Perú: —Bien estamos aquí, esa cosa canta causando que todos duerman, todos menos nostros dos... ¿Ahora que?

Finlandia: —Debimos pensar esto antes...— Se dio media vuelta mirando directamente al cielo ¿Ahora que podrían hacer? Claro, la solución más sencilla es pelear contra esa cosa sin saber realmente que es lo que hace ¿Pero y si no funciona? ¿Qué tal si eso los perjudica? —Tal vez.. Podríamos primero crear una carnada, para ver bien que es lo que hace

Perú: —Eso estaría bien, yo podría ir y distraerlo

Finlandia: —No, eres demasiado fuerte para ser una simple carnada, yo lo haré, si algo malo sucede, estarás tu para detenerlo, confío en que puedas detenerlo ¿De  acuerdo?

Mi lejano futuro (Rusper)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora