Capítulo 10: Nortwest City

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Narra Rusia:

Al despertar a la mañana siguiente, me sentía sumamente agotado, mi cuerpo dolía, estaba completamente empapado, aparte de sentir como Perú se movía ligeramente en mi pecho. Tenía miedo de bajar la mirada, pero al hacerlo, me encontré directamente con la mirada de Perú. Ella se sorprendió un poco al verme a la vez que se sonrojaba, aquellas orejas de lobo que portaba, las agachó ligeramente ante su sonrojo.

Rusia: —Bue.. Buenos días...— Traté de moverme un poco para acomodarnos mejor, pero al hacerlo, sentí como seguía dentro de ella ¿No se me había bajado la excitación? ¿Por cuanto tiempo lo hemos estado haciendo? ¡No lo recuerdo! Pero por el dolor y que sigo adentro ¡Debieron pasar horas!

Perú: —Bu.. Buenos días Rusia. . .— Me dedicó una ligera sonrisa mientras sentía como no dejaba de temblar, por unos momentos pensé que iba a tener la misma actitud lujuriosa al igual que anoche, pero se veía mucho más nerviosa de lo que pensé —Yo.. Ni siquiera sé que pasó anoche.. pero parece que hicimos demasiadas cosas.. ¿No?— Soltó una ligera risa acariciando  un poco mi pecho ¿No podía ser más hermosa que ahora? —Ru.. Rusia.. Yo-.. Bueno...

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Narrador omnisciente:

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La peruana estaba al borde del nerviosismo, el ruso no había salido dentro de ella en ningún momento, y no quería admitir que le encantaba. Adoraba sentirlo por completo, y antes de que el ruso despertase, ella sintió todo el placer por unos momentos que él podría ofrecerle. 

Rusia: —¿Sucede algo malo? ¿Quieres que salga?— Trato de acomodarse un poco, pero al escuchar la fuerte negativa de la menor lo sorprendió bastante ¿Quería continuar?

Perú: —Yo.. Yo.. bue..Bueno es que yo-.. ¡Ah!— De un momento a otro, sintió como el albino la agarró del brazo colocándola en un rápido movimiento debajo de él, fue tan rápido que apenas pudo procesar el dolor —Ru.. Rusia

Alzó ligeramente su mano tocando levemente el cabello del ruso, se veía tan agotado al igual que ella por todo lo que hicieron anoche, pero aún así, ambos querían continuar. Ninguno de los dos recordaba lo que hicieron en la noche, y definitivamente no querían continuar con su camino sin querer repetir todo lo que había sucedido.

Por lo que, sin pensar demasiado en lo que estaban a punto de realizar, volvieron a juntar sus cuerpos uniéndose nuevamente en un beso. Un beso apasionado y lujurioso, despertando nuevamente la pasión que ambos tuvieron la noche anterior, con la diferencia que esta vez, estaban completamente consientes.

El más alto al sentir como las manos de la blanquirroja volvieron a acariciar suavemente su pecho, comenzó a mover ligeramente sus caderas, entrando y saliendo de ella constantemente. Sus estocadas eran lentas y profundas, llegando fácilmente al punto más sensible dentro de ella.

A la vez que daba profundas estocadas, con cada beso que le brindaba ahogaba los fuertes gemidos que la blanquirroja que brindaba, hasta que al fin ella se separó del beso, dejando un notable hilo de baba que seguía uniendo a ambos por un par de segundos.

Los gemidos de ambos eran constantes, sus respiraciones arrítmicas humedecían las ventanas del auto, lo único que se podía escuchar era el placer de ambos que ahogaba el lugar por completo.

Mi lejano futuro (Rusper)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora