Mi lejano futuro (Rusper)

Capitulo 49: Confianza

Por otro lado, la peruana cuando se fue con el finlandés, este no dejaba de verla un tanto preocupado, era su amiga, y aquel sentimiento de amor que había sentido por ella, había desaparecido con el pasar de los días, sobre todo porque ya estaba comprendiendo mejor sus emociones cuando le contó a su hermana menor, su conclusión, solo era pura admiración, nada de amor puro.

Sin embargo, que ya no la ame de esa manera no quiere decir que no se preocupe por ella, era su caballero principal, eso se dejó notar más en el ultimo eco de recuerdo donde él apareció a su lado, y en ese tiempo parecían también ser buenos amigos. Así que, por obvias razones ahora mismo solo pensaba en como ella podría estar dolida por esa traición.

La conocía lo suficiente como para saber que para ella lo primero que decidía era controlar sus propias emociones y reprimir aquellas que eran demasiado fuertes para siempre verse como alguien tranquila y serena, eso se dejó notar aun más con el último recuerdo, que, pese a ver como su prometido y su hermana estaban engañándola en su propia cara, no hizo un escándalo, no derramó ni una sola lágrima, ni mucho menos recriminarlos.

El único momento donde ella había perdido por completo el control de sus emociones, fue cuando le gritó a su propia hermana tildándola de prostituta, aparte de amenazarla con lastimar a las menores. Y eso tenía mucho sentido, más se preocupaba por las menores que por ella misma, eso también él lo sabía bien, cosa de hermanos mayores.

— Estás muy callado

— ¿Mph...? Si, solo me preocupa tu situación...

— ¿Mi situación? — no pudo evitar soltar una ligera risa, su amigo era un tanto extraño a veces, pero admitía que ella lo era aun más, sabía que su preocupación venía con que ella parecía un tanto feliz pese a recordar el engaño de su hermana mexicana.

— Per... Sufriste algo muy horrible, tu prometido te estuvo engañando durante años con tu propia hermana, cualquiera no la perdonaría con tanta facilidad como lo estás haciendo, eso me está preocupando...

— Finn, entiendo tu preocupación y te agradezco, pero creo que no logras entender una pequeña cosa mi buen amigo

— ¿Entender? ¿Qué cosa?

— Finlandia, yo ya estoy casada — no pudo evitar reír en medio de su frase ¿Es que acaso todos se habían olvidado de aquello? ¿Hasta su propio esposo?

— Si, pero-... Sigue siendo Rusia... — no entendía ¿Cómo es que ella estaba tan feliz por ello? ¿Acaso fingió su enojo con la mexicana? ¿O solo fue para darle una lección? Sabía bien que parte de su comportamiento fue para darle una lección moral a sus propias hermanas, eso conllevó al juicio que hicieron con Guatemala y Kazajistán, dejando las cosas muy claras sobre la mesa ¿Entonces? ¿Qué tenía planeado ahora?

— Las apariencias no lo son todo Finn, los valores cambian dependiendo el tipo de crianza que uno tiene, tampoco las situaciones en cómo se criaron son las mismas, el príncipe Dakaris siempre decía que me amaba, pero muy pocas veces pasaba tiempo conmigo, nunca me tocó más allá de un beso, con Rusia es diferente, muy diferente en realidad, si sabes el cómo nos casamos ¿Verdad?

— Así es, la boda Arkan, estaba ahí con ustedes ¿Por qué?

— Verás, con el príncipe Dakaris me comprometí prácticamente rápido, habré tenido unos 200 a 250 años, no lo recuerdo del todo, pero en nuestro 300 a 350 años de relación, nunca nos casamos, y fue muchísimo tiempo

— Con Rusia a los 5 meses de relación se casaron... ¿Verdad?

— Exacto, y lo viste, la boda Arkan fue tan sencilla y fácil tan solo diciendo unas palabras, cosa que el príncipe Dakaris nunca hizo, aunque parezca lo contrario, Rusia es más dulce y amable de lo que nunca fue el príncipe Dakaris, es más atento, me escucha he intenta que sea feliz, cosa que también hago con él, además que ya vivimos juntos, sabemos casi todo del otro, créeme que si Dakaris estuviera aquí mismo, sería opacado por completo por Rusia, creo que a él debo de decirle eso, lo prefiero mil veces a él que a Dakaris, Rusia es superior como amante, hermano mayor y esposo