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—Debe ser una jodida broma... —un rubio se acercó con pasos violentos hacia el dúo de chicos. —¿¡Qué mierda crees qué haces!?

Ambos jóvenes dirigieron su vista hacia quien les había dicho eso y se sorprendieron de ver al rubio ahí, bueno, el peliverde simplemente se desconcertó gracias a que su amigo había interrumpido su primer beso con un chico, pero el heterocromático verdaderamente estaba sorprendido por la presencia del rubio en el club como tal.

—¿Qué te sucede? —seguía regañando Bakugo al bicolor, ya que la primera exclamación iba dirigida hacia él. —¿Por qué demonios le das alcohol a un menor de edad?

—¿Es menor de edad? —preguntó sorprendido, era cierto que se le veía joven, pero no tanto.

—N-No, Kacchan, ¡miéntele! D-Dile que tengo veintiuno. —arrastró sus palabras.

—¿Pues qué mierda le ofreciste para que quisiera fingir su edad? —regañó de nueva manera al bajista. —¡Maldito degenerado!

—¡Oye! No tenía ni idea que era menor de edad, yo... lo siento. —torció su boca.

—¿Este fue el sujeto que te invitó, Deku? ¿Este maldito idiota era tu acompañante?

—N-No, m-mi Shin... no, m-mi cliente era mi acompañante. —dijo recordándolo de repente. —¡Pero me abandonó! ¡Shinso!

—¿Shinso? —preguntó exaltado Todoroki, ¿estaba a punto de besar al ligue de su amigo? Peor aún, ¿su amigo había invitado a un menor de edad al club?

—¿Shinso? —preguntó extrañado el rubio, sin saber de dónde venía ese nombre. —¿Y qué mierda hacen Iida y Uraraka aquí si ese tal Shinso fue el que te invitó?

—¿Conocen a Iida? —preguntó nuevamente alterado el bicolor, sorprendiéndose de lo pequeño que es el mundo.

—¡Va en nuestra clase! —respondió Bakugo. —¿Pues con quién mierda te juntas?

—Iida no puede ir en su clase, él tiene veinte. —dijo seguro.

—¿Qué? ¡No seas idiota! ¡Tiene diecisiete!

—¿Y t-tú de donde conoces a Todoroki? —preguntó intrigado el pecoso.

—Es el maldito idiota que está en mi banda.

—¡Oh! ¡Eres tú! —le señaló con sorpresa para después reír torpemente. —Vaya, p-perdóname Kacchan, no quería besarme al chico que te gusta... —rió un poco más causando un sonrojo notorio en el rubio, pero una sonrisa arrogante en el bicolor.

—Salgamos de aquí. —dijo el rubio tomando entre su hombro a su amigo.

—Déjame ayudarte. —ofreció el mayor.

—No, gracias. —tensó su mandíbula y vio de mala manera al bicolor. —Ya hiciste suficiente por hoy.

—Kats, no te enojes. —lo tomó del hombro. —Por favor déjame ayudarte.

—¿¡Deku!?

Los chicos se giraron hacia la chica que había exclamado eso y vieron al grupo de amigos de Todoroki junto con los respectivos invitados de aquellos, claro, ya incluido el adelantado cumpleañero.

—¿Midoriya? —preguntó Shinso viendo el estado de este. —Mierda, ¿qué le pasó? —se acercó a él preocupado.

—¿Lo conoces? —preguntó Uraraka quien también se había acercado a su ex novio.

—V-Vino conmigo. —contestó sin estar muy seguro de dónde venía esa castaña desconocida. —¿Qué te pasó, Midoriya? Te dije que me esperaras.

—¡Shinso! —exclamó feliz al ver los ojos morados que tanto le gustaban. —T-Tardaste mucho y me aburrí.

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