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Los chasquidos resonaban en los interiores de todo el auto plateado. Era un viernes a las cuatro de la tarde cuando los jóvenes amados se estaban brindando cariño a unas cuadras de distancia de la escuela de uno de ellos; debido a que habían llegado algo temprano, decidieron darse de besos antes de que se separaran por unas horas.

Era el segundo viernes de abril, cosa que significaba que los chicos ya llevaban un poco más de un mes compartiendo besos y palabras bonitas a escondidas de sus conocidos —exceptuando por muy pocas personas—. Todos estos días habían estado pasando demasiado tiempo juntos ya sea en la casa del bajista, teniendo pequeñas citas en lugares como clubs, cafeterías, en la calle en general o incluso una vez fueron al cine pero la verdad ni le prestaron atención a la película gracias a que decidieron mejor compartir saliva que ver la gran pantalla.

Bakugo tenía que admitir que lo que estaba compartiendo con el heterocromático era bastante nuevo para él ya que nunca había tenido un novio o algo parecido, además de que Todoroki era bastante cariñoso con él que no sabía ni cómo reaccionar cuando recibía besos desprevenidos o abrazos largos; no le molestaba, sólo que aún no sabía cómo corresponderle de forma adecuada y madura, aún estaba aprendiendo a fin de cuentas.

Shoto sostenía la nuca del contrario con delicadeza mientras que con su mano derecha se sostenía de su hombro, así atreviéndose a acariciar un poco su clavícula que estaba levemente descubierta por la sudadera holgada que traía puesta la cual le pertenecía al mayor. El ojirubí tocaba las piernas del contrario para sostenerse mejor en ese beso, inclinándose para saborear las comisuras del contrario.

Ya llevaban rato besándose, tanto que les estaba empezando a arder los labios, pero a decir verdad les gustaba mucho el hecho de besarse por bastante tiempo, tanto que había logrado convertirse en la actividad favorita de los amados durante el último mes.

El mayor acercó más el rostro del contrario hacia él, chupando las comisuras por fuera y después terminar el beso con una leve mordida en el labio inferior de Katsuki quien se quejó ante el ataque sorpresa el cual le sacó un poco de sangre, molestándose por la inadvertencia del contrario respecto a su acción.

—Nunca me habías mordido. —se tocó su labio, apreciando así la sangre que le había salido.

—Me gusta hacerlo, perdón si te lastimé. —se relamió sus labios. —Lo dejaré de hacer si no te gusta.

—No, no, no, no es eso. —negó con la cabeza. —Sólo que no lo vi venir, pero... pero la verdad sí me gustó. —admitió con pena.

Todoroki sonrió levemente y se acercó de nueva cuenta al rostro de su ligue para besarlo otra vez, siendo correspondido al instante dejando que los suspiros y chasquidos se hicieran escuchar en todo el auto de nuevo.

—Shoto... —murmuró entre besos, entreabriendo sus ojos. —Y-Ya debería irme... —correspondió otro beso.

—¿C-Crees? —preguntó alejándose un poco. —No quiero que te vayas. —hizo un puchero.

—Literalmente nos veremos después del partido. —rió un poco por el gesto del contrario.

—Vayamos a celebrar después. —dijo sonriente.

—Ni siquiera sé si vamos a ganar.

—Solamente quería una excusa para pasar tiempo contigo. —le dio un corto beso. —Suerte en el partido.

—Gracias. —le dio un pico. —Te veo allí.

—Te echaré porras.

—Más te vale que no. —advirtió mientras se quitaba su cinturón de seguridad.

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