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Desperté por los rayos del sol, que daban en mi rostro. Al parecer, Noah dejo las ventanas abiertas y hablando de él, no estaba a mi lado.

Fruncí el ceño y busqué mi celular para darme cuenta que eran las ocho de la mañana. Se había ido a trabajar pero ni un nota había dejado.

¿Creíste que lo iba hacer?

Busqué mi ropa para ponérmela y tomar un Uber hasta mi apartamento. Antes de abrir la puerta, algo en el suelo, se llevó mi atención completamente.

Era un ramo de rosas rojas con una nota.

"Un ramo de rosas para la mujer más bella de este planeta" -JW.

Sonreí extrañamente al notar que Jack me había mandado un ramo de rosas. Las olí y entré a mi apartamento para ponerlas en agua.

Tomé un baño para ponerme ropa interior, unos jeans entubado, un top de mangas cortas de color mostaza y unas botas de color marrón. Me hice una coleta alta antes de salir para desayunar con Fernanda, como todas las mañanas.

- ¿Estabas con Noah?-preguntó. Ha comenzado el interrogatorio-. Bien.

- Fer...-me interrumpió.

- ¿Qué tal las flores?-preguntó y fruncí el ceño.

- ¿Cómo...-ella sonrió-. ¿Acaso le dijiste que me gustan las flores?

- Mi cuñado sólo quería darte un detalle y yo simplemente lo ayudé -dijo mirándose las uñas-. ¿Le escribiste?

- No, no le he respondido -Fernanda tomó mi celular-. ¡Oye!

Tecleo algunas cosas y dejo el celular en la mesa mientras me sonreía maliciosamente.

- ¿Qué hiciste? -le pregunté.

- Le agradecí por las flores, pero quiero que hablemos claro...¿que diablos pasa contigo?-preguntó.

- Noah lo tiene...-me interrumpió.

- ¿Lo has hecho con Jack?-negué con la cabeza.

- La noche que íbamos a tener sexo, estábamos borrachos y se quedó dormido -dije casi riéndome.

Fernanda me miró por unos segundos antes de soltar una carcajada que todos le miraron.

- Te lo juro -dije calmando mi risa.

- ¿Noah sabe sobre el, no?-asenti.

- Anoche supo que se llama Jack, no le para de llamar perdedor porque me tiene comiendo de su mano, entre otras cosas -comenté.

- Siento que Noah te está tratando como si fueras alguna propiedad suya, puede llegar a manipularte, Alice -me dijo y reí.

- Es solo sexo, todavía no he probado a Jack -Fernanda tecleo algo y sonrió-. ¿Que hiciste?

- Esta noche, probarás tu pedazo de vainilla y si no rechazas al tóxico de Noah, te voy arrastrar por todo el edificio donde vives -me dijo seria y asentí.

- Sí, está bien -levanté mis manos en forma defensiva-. ¿Que haremos ahora?

- Iremos al salón y al spa, para que estes fabulosa para Jack Wilson-me susurró dándome una sonrisa.

- Estoy nerviosa y tengo miedo de que pueda sentir cosas que no sepa controlar -le susurré-. Pero cenaré con Jack, ¿que podría pasar? Es solo una cena.

Solo tuya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora