— ¿De dónde conoces a Noah?—preguntó Jack nuevamente y lo miré.
Piensa, piensa Alice.
— Noah, es agente de bienes raíces y un día fue a preguntar que si necesitaba vender mi apartamento —le contesté y Noah quiso reírse.
— Ahora si entendí —dijo Jack, riéndose y tragué saliva.
— Jack, yo me tengo que...—Jack lo interrumpió.
— Quédate a cenar con nosotros —abrí los ojos más de la cuenta.
— ¿Cómo?—dije sin pensar y queriendo matar a Jack por invitarlo a cenar y a Noah por estar con él.
— Quédate a cenar, no creo que haya ningún problema —Jack me miró—. ¿Verdad mi amor?
— Claro, claro que no —dije sarcásticamente con una sonrisa.
Claro qué hay problema en tener a mi novio y a mi ex, con el cual tenía sexo estando con mi novio, en la misma mesa y cenando, juntos los tres.
Hasta el hambre que tenia, se esfumó.
Ellos estaban comiendo, hablando de cosas de hombre mientras yo solo movía el cubierto de un lado a otro.— Ahora que lo pienso, ya que, eres de bienes raíces —Jack me miro—. Podemos vender tu apartamento.
— ¿Podemos hablarlo luego?—pregunté y él asintió.
— ¿Vas a vender tu apartamento?—preguntó Noah, con sorpresa.
— Supongo —Jack tomó mi mano—. Estamos viviendo juntos.
Noah se atoró con el vino y quise reírme.
— ¿Estas bien?—le pregunté divertida y el me miró mal.
— ¿Porque no has comido mi amor? Te he sentido rara en estos días —comentó Jack.
Era hora de jugar un poco. Noah, no eres el único que sabe como jugar.
— Si, mi amor. He estado sintiéndome con nauseas y mareos —dije tomando su mano.
— ¿Estarás embarazada?—preguntó Jack con cierta emoción.
Noah, se atoró nuevamente y casi se me escapa una carcajada.
— Iré al baño un momento —dijo Jack parándose y yéndose al baño.
Noah se quedó mirándome fijamente.— ¿A qué diablos estás jugando?—pregunté enojada y sonrió.
— Creo que la pregunta debería de hacerla yo, ¿A qué diablos crees que estás jugando? —tragué saliva.
— No se que tramas pero no te quiero volver a ver cerca de Jack, ¿quedó claro?—lo amenacé.
— ¿Quien eres tú para decirme que hacer?, ¿Acaso tienes miedo de que el sepa la verdad? —preguntó divertido.
— Eres un maldito...—me interrumpió.
— ¿Estás embarazada?—me preguntó serio y reí.
— ¿Algún problema con eso?—pregunté riéndome.
— El que ríe de último, ríe mejor —dijo serio.
— Ya volví —dijo Jack y Noah, se levantó de su asiento.
— Tengo que irme —dijo serio y miró a Jack—. Gracias por la cena y felicitaciones por tu relación tan bonita. Te has ganado la lotería.
— ¿Lotería? —preguntó Jack riéndose—. Explícame.
— Las mujeres son como la lotería, los hombres somos los que jugamos para ver cual se queda con el premio —explicó mirándome y luego miró a Jack—. Entre tantos hombres, Alice te eligió, eso es ganarse la lotería.
— Pues, creo que estoy de acuerdo con tu teoría —dijo abrazándome por detrás y dándome un beso en la mejilla—. Me he ganado la lotería entonces.
— Disfruta el premio, mientras puedas —susurró Noah para darse la vuelta y salir por la puerta.
¿Qué diablos está pasando con Noah?
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Solo tuya
FanfictionUn ángel, puede llevarte al cielo. Un demonio, puede arrastrarte al infierno. Entre dos hombres, peleando por el corazón de una mujer, todo puede pasar, ¿no? Es como jugar la lotería: solo hay un ganador. ¿Habría manera de cambiar las reglas del...