Solo tuya

04

- ¿Ropa interior roja o blanca?-le pregunté a Fernada, a través de la video llamada que estábamos haciendo.

- Los hombres aman el encaje y el color rojo -dijo mirándome detenidamente y asentí.

Tome un vestido de color negro de tirantes, unos tacones de aguja porque Jack es alto. Pase la plancha por mi cabello dejándolo lacio. Me hice un maquillaje sencillo en combinación con un labial matte de color rojo.

- ¿Qué tal estoy?-dije dando una pequeña vuelta para escuchar a Fer, soltar un silbido.

- Si no hubiese sido tu mejor amiga, dudaría de mi sexualidad en este momento -comentó para reírnos-. Se le caerá la baba.

- ¿Crees que deba continuar con esto?-pregunté arreglando mi pequeño bolso.

- Claro que si, Jack es el mejor partido que has tenido -la miré-. Tienes que darte la oportunidad de conocerlo y tratar de sacar a Noah de tu mente.

Mensaje de Noah:

"Quiero verte, esta noche"

- Me acaba de hablar -dije y Fer negó con la cabeza.

- No le contestes -asentí-. Toma tu Uber y disfruta la noche con el pedazo de vainilla, mañana quiero detalles, te quiero.

- Te quiero más -susurré antes de colgar.

Respiré profundo.

Tomé el Uber hasta la gran casa de Jack, donde sus vigilantes me dejaron pasar sin decir una sola palabra.

Toqué el timbre para esperar unos segundos de que abrieran la puerta. Tragué fuerte al verle y sentir su perfume tan embriagador, caro y varonil.

Llevaba puesto unos jeans entubados, una camisa de color verde pastel de mangas largas y los primeros botones desabrochados, su pelo perfectamente peinado, sus anillos en sus dedos y una cadena de plata en su cuello.

- Alice -susurró con su voz ronca y solté una pequeña sonrisa.

- Hola, Jack -le salude y se acercó para rodearme con sus grandes brazos, depositar un beso en mi mejilla.

- Estás preciosa -sentí sonrojarme-. Pasa, estás en tu casa, ¿en que viniste?

- Tomé un Uber hasta aquí -dije caminando al interior de su hermosa casa-. Es hermosa.

- Tenerte aquí, la hace más hermosa -dijo mirándome y le sonreí.

- Te debo una disculpa de no poder venir hace días y...-me Interrumpió tomándome por la cintura.

- Tranquila, se que Fernanda, es muy demandante -reímos-. ¿Te gustaron las rosas entonces?

- Me encantaron, son mis favoritas -le susurré mirándolo.

- Es un placer darle rosas a otra rosa -tomó mi mano-. ¿Podemos ir al jardín?

- Pero...-se puso detrás de mi para tapar mis ojos con sus manos-. ¿Qué haces, Jack?

- Déjate guiar -susurró en mi oído y depositó un beso en mi mejilla provocando nervios-. ¿Si?

- Okay.

Guiándome sentí como salimos al aire libre y se oía una melodía suave pero no entendía nada. Estaba desesperada por saber que quería mostrarme.

- ¿Lista?-preguntó y asentí muchas veces seguidas para escuchar una risita de su parte.

Dejó mis ojos descubiertos para encontrarme con algo realmente hermoso de su parte, había una mesa decorada en medio del jardín, el cual tenía luces amarillas y rojas formando parte de una linda decoración.

Mi boca se abrió ligeramente al acercarme y encontrar platos tapados y un vino servido, acompañados de velas largas en la mesa.

Un pequeño sentimiento de culpa invadió mi mente por ser mala con él, por evadirlo tanto. Con esto, me ha demostrado mucho más de lo pensado.

- Jack, ¿que es todo esto?-pregunté acercándome a la mesa.

Me abrazo por detrás.

- Una cena especial, para mi chica especial -me dijo y mi celular vibró nuevamente dándome a entender que Noah estaba insistiendo.

Esta noche no, Noah.

- ¿Y que espera señor Wilson para cenar con su chica especial?-dije rodeando su cuello al voltearme.

Jack, sonrió provocando que sonriera también, bajo la luz de la luna.