18

347 32 3
                                    


Alice

Abrí los ojos lentamente para encontrarme con aquellos ojos mieles que me hicieron sufrir y ahora me está haciendo vivir un infierno peor.

Noah me había secuestrado. Tengo cuatro días encerrada no sé dónde, amarrada en una cama y siendo su satisfacción sexual en estos días, sin mi permiso.

¿A donde quiere llegar con todo esto? Tarde o temprano, Fernanda irá a mi apartamento y se dará cuenta de que alguien me secuestro por el desastre que dejamos.

— Buenos días —dijo y besó mi frente. Intente desatarme.

— No son buenos para mi —le susurré y me miró confundido.

— ¿Puedo saber porque?—me preguntó como un niño pequeño y puse mis ojos en blanco.

— Estoy amarrada, me duelen las muñecas, quiero caminar y no sentirme...tan horrible —lo miré suplicante—. Desátame, prometo no escapar.

— Después de que desayunes y hablemos un poco —dije y fruncí el ceño.

— ¿De qué quieres hablar conmigo?—pregunté curiosa.

— Estaba hablando con tu pendejo ayer —dijo tomando la bandeja y abrí los ojos más de la cuenta.

¿Noah estaba con Jack?

— No creo que Jack haya querido hablar contigo. Sabes que en el fondo me ama y te va a meter en la cárcel —dije y escuché la risa escandalosa de Noah.

— Estas muy chistosa pero bueno —levantó sus hombros—. Hablo conmigo y me dijo esto.

Saco su celular para poner algo.

"¿Seguro que no te importa?" Dijo Noah

"Lo que hagas o no con Alice, no me importa en lo absoluto"

Era la voz de Jack. Mis ojos se llenaron de lagrimas y al final esto es lo que merezco. Le hice mucho daño mintiéndole mientras me acostaba con este idiota enfermo.

— ¿Ahora te das cuenta que el ganador siempre he sido yo?—me preguntó en un susurro acariciando mi cara.

— Me prometiste que ibas a cambiar y ni lo intentaste —le susurré rompiendo en llanto—. Creí que eras el amor de mi vida pero estaba equivocada.

— ¿Crees que después de lo que le hiciste a Jack, vendrá como en las películas de Disney a rescatarte?—me preguntó con una sonrisa—. Esta es la realidad, la vida real.

— Fernanda irá a la policía y te van a encontrar así sea que este muerta pero lo harán —le dije y asintió.

— Fernanda es una estúpida igual que tú —dijo para empezar a darme el desayuno en la boca pero negué con la cabeza.

— Puedes envenenarme —susurré y hizo una mueca.

— Te amo tanto como para matarte —me susurró y me dio el desayuno—. Ahora come que tenemos que seguir hablando.

Desayuné en silencio mientras observaba todos sus movimientos y se me prendió el bombillo al verle una pistola en su bolsillo trasero.

— ¿Me vas a desatar? —le pregunté estando seria y asintió para llevar la bandeja, luego de unos minutos regresó.

— Quiero que me respondas algo antes de soltarte —dijo acercándose a mi para desatarme los pies—. ¿Estás embarazada de Jack?

Solté un suspiro.

— Me hice un test pero salió negativo —se quedó mirándome—. Lo juro, Fernanda te lo puede confirmar y al parecer estaba algo mal del estómago.

— ¿Porque debería de creerte?—me preguntó y lo miré.

— Porque me amas, a tu manera y porque siempre has sido el ganador en esta lotería —susurré con dolor porque era cierto.

— Por lo menos, lo admites —susurró con una sonrisa y desató mis manos.

Rápidamente le quité el arma para cargarla y apuntarle. Noah levantó las manos rápidamente.

— Alice...baja el arma —me susurró y le seguí apuntando

— Baja de la cama con las manos arriba —obedeció retrocediendo—. Bien.

— Por lo menos, deberías de tener el arma bien —dijo y miré la pistola para distraerme.

Noah se tiro encima de mi tratando de quitarme la pistola pero yo no lo dejaba. Le mordí una mano para escucharlo soltar una maldición.

— Dame el arma, Alice —me susurró forcejeando conmigo.

— ¡No! —exclamé y Noah pegó su frente de la mía.

Se escuchó un disparo y nos miramos.

Solo tuya Donde viven las historias. Descúbrelo ahora