La tarde pasó rápida y yo encerrada en mi apartamento. Después del pequeño suceso con Noah, vine a descansar, cambiarle el agua a las flores que Jack me había regalado pero recordé que quería verme.
Solté un suspiro y pensé que sería buena idea, distraerme con Jack.
Noah, no había cambiado y tampoco lo iba hacer, simplemente me hizo recordar muchos momentos en los cuales, no podía entender lo que le pasaba, tampoco había dejado el alcohol.
Tomé un baño, salí enredada en una toalla para ponerme ropa interior, unos jeans de color negro, un top de color gris y unas zapatillas altas. Me hice un maquillaje sencillo para tomar el Uber hasta la casa de Jack.
— Alice —sonrió al verme y me abrazó rápidamente.
Necesitaba un abrazo, por lo que, me quedé pegada a él, por unos minutos.
— ¿Cómo te fue?—le pregunté al levantar el rostro y encontrarme con sus ojos.
— Súper bien pero pasa, que tenemos que hablar —dijo entrando a la casa.
¿De qué quiere hablar conmigo? Me mata la curiosidad.
— ¿De qué quieres hablar?—pregunté nerviosa. Jack, tomó mis manos para mirarme fijamente a los ojos.
— Uno de los inversionistas me comentó que estaba buscando una modelo para que sea la imagen de su nueva línea de maquillaje y que modele algunas prendas de ropa de otro patrocinador, amigo suyo. Entonces...—sonrió mirándome—. Le hablé de ti y quiere conocerte pero quiero saber si quieres formar parte de esto, digo porque no es una pelícu...
— ¡Claro! Si y si —dije emocionada y lo abracé para besar su mejilla—. Gracias, gracias.
— No es nada mi amor, es un placer hacerte feliz —me susurró mirándome—. Ya que aceptaste, vamos a brindar por los nuevos proyectos.
Estaba emocionada y feliz. No era lo que soñaba pero iba a ser reconocida, iba a tener una buena paga pero sobre todo, no estaría muy lejos de Jack.
Quisiera hablarle de Noah pero no encuentro las palabras correctas para decirle que me estoy acostando con mi ex novio, estando con él. No quisiera arruinar esto.
Jack regresó con dos copas de champán para darme una.
— Por nuestros proyectos —susurró chocando nuestras copas.
— Por nuestros proyectos —dije con una sonrisa para tomar un poco de la copa.
— Quiero mostrarte algo, ¿me acompañas?—me preguntó y asentí.
Lo seguí hasta la cochera donde habían varios autos pero nos detuvimos delante de un bonito Audi color negro.
Jack me miró.
¿Acaso me está mostrando sus tres autos?
— ¿Te gusta?—preguntó y asentí acercándome al auto.
— Está muy lindo —dije tomando un poco más de champán.
— Que bueno que te gusta porque lo compré para ti —escupí la champan encima del auto—. Bueno, ya está bautizado por su dueña.
— ¿Qué hiciste que?—pregunté sin poder creerlo que me había comprado un auto.
— Te compré un auto —lo dijo palabra por palabra—. Veo que tomas muchos Ubers y entonces quise regalarte un auto, ¿sabes conducir, no?
— Sí pero esto es demasiado, Jack...—me tomó de la cintura.
— Déjame consentirte, no es demasiado para alguien que es mucho para mi —besó mis labios.
— Entonces, ¿cuando es la reunión con tu amigo?—pregunté.
— Pasado mañana —contestó.
Mi celular comenzó a sonar. Lo saqué rápidamente de mi bolso para notar que era un número no registrado.
Fruncí el ceño antes de contestar.
— ¿Si?—hablé.
— ¿Hablo con Alice, amiga de Fernanda?—preguntó y escuchaba muchas cosas. Miré a Anthony quien me miraba curioso.
— ¿Qué sucede? Sí, soy yo —contesté rápidamente.
— Su amiga, Fernanda, tuvo un accidente y está siendo llevaba al hospital en una ambulancia —mis nervios salieron a flote y dejé de escuchar lo que me estaban diciendo.
— ¿Qué sucede mi amor? Estás pálida y...—mis ojos se llenaron de lagrimas.
— Fer...—susurré rompiendo en llanto—. Fer.. tuvo un accidente, está siendo llevaba al hospital y...necesito...
— Vamos al hospital —dijo entrando corriendo a su casa para salir con una cazadora y las llaves del auto.
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Solo tuya
FanfictionUn ángel, puede llevarte al cielo. Un demonio, puede arrastrarte al infierno. Entre dos hombres, peleando por el corazón de una mujer, todo puede pasar, ¿no? Es como jugar la lotería: solo hay un ganador. ¿Habría manera de cambiar las reglas del...