Ellos no son los mejores amigos.
Hay cierta tensión entre ambos.
Era más probable que se ataran si estaban solos en una habitación,
Pero cuando Imperio Ruso y Estados Unidos pasan una noche juntos, toda su fachada de enemigos se cae.
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Masturbación al activo
A veces USA se preguntaba como podía ser tan tonto, y es que ni siquiera pudo ser capaz de ver las oscuras intenciones que Imperio Ruso tuvo con él esa misma mañana después de acorralarlo en la oficina de ONU.
Sus cabellos estaban completamente alborotados y apenas podía caminar correctamente, pero Imperio Ruso tenía razón, le daría un punto a favor, su cuerpo seguía doliendo, pero el dolor parecía haber disminuido.
A USA no se le pasó por alto la erección que el eslavo obtuvo mientras lo masturbaba, lo que no esperó es habérselo encontrado en la oficina de ONU. El estadounidense debía estar ahí para ponerse al corriente de lo sucedido en la reunión, pero ¿e Imperio? ¿Qué hacía ahí?
El eslavo lo había acusado de perseguirlo y ser un acosador. Si, como no.
Para el punto en que ambos estaban, USA prefería un buen regaño de ONU antes que volver a tocar con su mano el pene del más grande de los rusos.
Se negó a verlo mientras lo hacía, pero fue aún peor. USA no quería ver las expresiones de Imperio Ruso mientras lo tocaba.
¿Cómo llegaron a esa situación? No tenía idea. De un momento a otro simplemente se encontró con el eslavo encima y al siguiente ya estaba sobre el escritorio de la organización, USA entre sus piernas tocándolo.
¿Dónde quedó eso de llevarse mal? ¿He Imperio Ruso?
El mayor parecía estar disfrutando mucho de confundir al pobre estadounidense.
― Hazlo así. ―Imperio deslizó su mano sobre la de USA y empezó a marcar otro ritmo.
― ¿No te caía mal?―susurró el menor.
― Y lo sigues ha-haciendo, oh Dios.―Mordió sus labios―. Pero descubrí que eres extrañamente sexy.
USA bufó y el ruso sonrió.
― Además, no creo que te caiga tan mal. ―Movió más rápido su mano, manchando la de USA de líquido preseminal―. Considerando que me estas masturbando, esto no es algo que los que se caen mal hagan.
―Cállate.
Imperio Ruso se acostó sobre la mesa, soltando la mano del rubio para así evitar la tentación de besarlo.
Vio de reojo sus labios y relamió los suyos. Deseaba recordar como se sentían mientras lo besaba. Maldijo el momento en que decidió beber.
«No lo beses»
«No lo beses»
«No lo beses»
Mierda.
Se aferró con fuerza a las esquinas de la mesa y se empujó hacia arriba, sacándole a USA un jadeo de sorpresa. Sintió un clásico cosquilleo y supo que estaba por venirse.
Tomó su mandíbula y alineó su boca a la del menor para poder besarlo.
Y la puerta se abrió, dejando ver a ONU del otro lado.
El semen de la antigua nación manchó la mano del rubio y las donas de ONU cayeron al suelo.
La organización abrió y cerró la boca muchas veces, señalándolos, sin terminar de creer lo que veía. ¿No se llevaban mal esos dos?
― ¡Ustedes dos!―gritó tras cerrar la puerta―. ¡Largo de mi puta oficina!
USA agachó la mirada sintiendo sus mejillas arder y corrió afuera.
ONU mantuvo una pesada mirada en el ruso y este se encogió de hombros.
― ¿Me das una dona?―señaló la caja en el suelo.
― Lar-go.
― Bien, bien. ―Acomodó su pantalón y se bajó del escritorio. Miró al menor y soltó una risa al verlo tan malhumorado. Recogió la caja de donas y salió de la oficina.
No se arrepentía.
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No se si lo he aclarado, pero me gusta hacer mis propias versiones de esto.
Cortito, pero en mi defensa, los primeros tres capítulos iban juntos originalmente.
