Ellos no son los mejores amigos.
Hay cierta tensión entre ambos.
Era más probable que se ataran si estaban solos en una habitación,
Pero cuando Imperio Ruso y Estados Unidos pasan una noche juntos, toda su fachada de enemigos se cae.
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En el sillón
―¿Quién fue tu primera vez?―USA le preguntó al mayor mientras reposaba en un largo sillón de la oficina de Imperio. Llevaba ahí media hora con la intención de hacerse cercanos e incluso amigos. Debía admitir que el padre de URSS le agradaba. El soviético... no tanto.
Tenía malas experiencias con muchos de los rusos.
Rusia, por ejemplo, fue la peor.
―El abuelo de Ucrania. ―Confesó dándole una calada a su cigarro. USA odiaba el olor a cigarro, pero por más que lo intentó, el eslavo no podía dejar de fumar si el rubio estaba cerca. Le servía como una forma de tranquilizarse para no tomar al menor y hacerlo suyo de nuevo.
Eran sus pulmones o el trasero de USA e Imperio Ruso estaba de dadivoso.
―¿Realmente?―tomó una cereza del tazón de fruta y la mordió.
―Si. ―Vio de reojo al de ojos azules―. Luego de eso vino Kazaj, luego el padre de Bielo, Lit y Pol. Después fue...-
―Parece que tienes bien contados a tus amantes―interrumpió para no tener que escuchar el resto de la lista―. Vivir tanto hace que tengas muchos, ¿no?
Imperio rio.
―Supongo.
―¿Qué numero soy yo?―preguntó antes de poder cerrar la boca. Se maldijo internamente. No quería saber eso. Le molestaba saber que sólo era uno de tantos en la cama de Imperio Ruso.
―Mmm―miró al techo y se dejó caer sobre el otro sofá, justo delante del rubio―. Como el... ¿en qué mes estamos?
USA sintió su ojo temblar mientras le susurraba lo pedido.
El eslavo levantó ambas manos y empezó a contar sus dedos. Soltó una risa despues de acabar con los de los pies también.
―¿Me prestas los tuyos?―se carcajeó al ver la cara del estadounidense. Contó un poco más―. ¿Humanos también?
―Sólo dime.―Habló entre dientes.
El de cabellos oscuros rio de vuelta.
―1347―miró a USA―. 1348.
USA tragó duro.
―¿Tú?―dio otra calada a su cigarrillo.
―Seis.
Ambos guardaron silencio un incómodo y largo minuto mientras se veían a los ojos.
―¿Soy el sexto?―preguntó algo incómodo―. Que aburrida es tu vida sexual.
Bueno, en opinión de USA no era triste: tuvo un trio con Norcorea y China. Un encuentro sexual con Third Reich, uno con una persona innombrable y uno con... Dios, su vida sexual era tan lamentable,
