Capítulo 14

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Mini Maratón (2/3)

— ¿Qué es esto? —preguntó Levi, saliendo de la habitación de Hange con una hoja en la mano.

¿Cuánto tiempo había pasado desde que la dejó quedarse en su casa? ¿Tres meses? Puede que ya había pasado poco más de eso.

— ¿Es mío? —se cuestionó extrañada, no estaba segura de nada.

— Si lo encontré entre todo tu desorden, debe ser tuyo —respondió—, ¿qué mierda significa esto? —se lo mostró.

Esa un pedazo de papel arrugado, ya que había estado envuelto de tal forma que se formaba una bola. Pero lo importante era el contenido de esa hoja. Se titulaba "Razones para no casarse con Levi", y parecía llevar, a modo de lista, una serie de motivos.

Razón número 1: Será el esposo más frío que puedas imaginar. Razón número 2: No le importa que seas mujer, te patea (lo digo yo que soy su amiga de años). Razón número 3: No sabe divertir a una chica, es malísimo siquiera para mantener una conversación. Razón número 4: No se sabe expresar bien por lo que el entendimiento entre ambos será nulo (0). Razón número 5 (y la más importante): ¡Es malísimo en el sexo! Por eso, piénsatelo, antes de pasar el resto de tu vida con un enano gruñón, es mejor que reconsideres esa unión, o podrías arrepentirte después. Te quiere, Hange. Finalizó con dos puntos y un paréntesis a cierre.

— ¿Y? ¿Ya recordaste qué es? —él mostraba un rostro sombrío.

— Ah... esto... —se la veía nerviosa— Bueno... solo es algo que escribí hace un tiempo, no tiene importancia.

— ¿Cómo que no? ¿Para qué mierda harías eso?

— Lo hice de prueba, fue después de hacer ese escándalo, pero me puse a pensar en cómo hubiese podido ayudar de otra forma que no fuese tan vergonzosa —explicó—, se la iba a dar a Petra.

— ¿Por qué demonios tendrías que darle a Petra algo así? —no gritó pero se veía que estaba enojado.

— ¿Y qué más da? No es como que hubiese algo malo —se defendió.

— ¡Lo hay!

— ¡¿Quieres que lo repasemos?! —devolvió el regaño— Empecemos —le quitó el pedazo de papel—. Razón número 1, eres frío, ¡y es cierto! —increpó— Razón número 2, ¡es cierto que me pateas! Razón número 3, eres malo para mantener una conversación. Razón número 4, ¡no te sabes expresar! —sacó todo eso como si fuese un reclamo.

— ¡¿Y qué hay de la razón número 5?! ¡Eso es mentira y eres consciente de eso! —exclamó.

— Bueno, la idea es que se decepcioné, ¿no? —se defendió— Una que otra mentira debía de tener... —su expresión de molestia se desvaneció y pasó a reír nerviosamente— En fin, ¿por qué estabas revisando mi habitación? —arrugó el papel y lo mantuvo consigo, debía de eliminarlo.

— Ya ni sé si quiero decirte —aún estaba serio—. Toma —sacó una pequeña maleta que estaba en el cuarto de la chica.

— ¿De qué...? —se extrañó.

— Ve a alistarte, iremos de viaje —avisó mientras tomaba asiento en el sofá donde estaba la de lentes.

— ¿Qué? ¿Cómo que de viaje? —no entendía nada.

— ¿No querías ir al este? Dijiste que desde ahí verías ese cometa que no me acuerdo cómo se llama.

— ¿Lo mencioné?

En realidad, ella no lo había dicho abiertamente frente a él, pero se lo había comentado a Nanaba y a Moblit, sobretodo a éste último ya que ambos eran los más interesados; pero la rubia también conocía esa información por lo que lo comentó en un grupo aparte con sus amigos. Todos insistieron en que debían cumplirle ese capricho a la castaña por una simple razón, y es que al día siguiente sería 5 de septiembre, su cumpleaños.

Operación: Arruinar una boda [Levihan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora