Se encontraba apoyada sobre el retrete, con el cabello revuelto y respirando agitadamente. Odiaba mucho eso, las llamadas "nauseas matutinas" eran algo que jamás creyó experimentar y para lo que, definitivamente, no estaba preparada. Hange se levantó para usar el lavadero y su cepillo de dientes, pero las arcadas volvieron y la obligaron a, nuevamente, eliminar lo poco que quedaba en su estómago.
— ¿Necesitas ayuda? —preguntó una voz tímida afuera del baño.
Erwin, quien estaba preocupado por su amiga, quería ofrecer algún tipo de ayuda; pero una sensación extraña se hacía presente al escucharla vomitando. Ella parecía estar pasándola muy mal ahí adentro y él no sabía qué hacer.
Escuchó el agua correr por el desagüe y luego de un par de minutos, la castaña salió del sanitario, con un aspecto más que desaliñado y con unas enormes ojeras que indicaban que aquello no había sucedido solo esa mañana, sino que en repetidas veces durante la noche.
— Te ves horrible —soltó el rubio sin querer, se cubrió la boca casi de inmediato pero ya era tarde.
— Sí, lo sé —aceptó la castaña—. Odio mis mañanas —eso último quería decirlo con todo el desprecio posible, pero no tenía fuerzas para eso.
Llevaba una semana con esos malestares y tres desde que se había mudado de casa de Levi a casa de Erwin. Había resistido muy bien el quedarse de manera incomoda con el pelinegro después de que la rechazara sin tener la oportunidad de hablar siquiera. Sin embargo, surgió un asunto aún más delicado que lidiar con un corazón roto por lo que no pudo más y salió de aquel apartamento en donde había vivido los últimos meses.
Y aun cuando había pasado casi un mes, no olvidaba esa noche...
***
— Así que cocinaste... —decía Hange, sentándose en la mesa con una enorme sonrisa fingida.
— Hoy terminaste con tus exámenes, ¿cierto? —afirmó Levi— Creí que estaría bien hacerte algo.
— Gracias... —necesitó de mucho coraje para coger el tenedor y llevarse a la boca aquella pasta que el Ackerman había preparado para la cena.
Horrible era una palabra que se quedaba corta cuando sentía su propio estomago revolverse con solo introducir un poco de aquella comida a su paladar. Definitivamente, Levi era malísimo para la cocina, y ya era hora de que lo supiera...
— ¿Cómo está? —preguntó él.
— Esta... bien... —no pudo y decidió mentir.
— No te fuerces —le arrebató el plato—. Se nota en tu cara que esto es un asco.
— La verdad es que sí... —admitió al final.
— Pediré por delivery —ofreció—, ¿qué quieres comer?
— Antes de eso, me gustaría hablar contigo sobre algo importante.
— Qué casualidad, yo también —contestó con seriedad.
— ¿En serio? —eso le sorprendió porque últimamente, él no decía mucho, y menos con esa expresión que mostraba.
— Tú primero —pidió.
Hange abrió sus labios para empezar, pero lo pensó detenidamente y se dio cuenta que lo suyo podría causar un cambio en el ambiente.
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Operación: Arruinar una boda [Levihan]
Fiksi PenggemarUniverso Alternativo... ¿Quién más adecuada que tu mejor amiga para sacarte de un matrimonio del cual no quieres ser parte? . . . . . Los personajes pertenecen a Hajime Isayama Créditos al autor de la portada.