Operación: Arruinar una boda [Levihan]

Capítulo 23

Estando en una camilla de la sala de Urgencias, Hange había sido dejada ahí para descansar un rato luego de que la atendieran. Le habian hecho una ecografía vaginal y al parecer, el embrión aún se encontraba bien. Para ser su décima semana, no presentaba un desarrollo inadecuado. Sin embargo, su embarazo parecía ser riesgoso y aquellos cólicos abdominales junto al sangrado indicaba que tenía una amenaza de aborto... Y ella que pensaba que era normal al principio. ¡Pero que iba a saber ella de eso siendo primeriza! Cualquier cosa la hacía dudar mucho, ¡nunca se había sentido tan ignorante! Aun conociendo teóricamente todo, es muy diferente el leerlo en un libro y estarlo viviendo... tenía ganas de darse un buen golpe por estúpida.

Le dieron una serie de pautas a seguir para reducir el riesgo y la que más le dolía era la de mantener reposo absoluto, lo que significaba que no podría trabajar.

Sin embargo, el sentimiento de alivio era aún más grande que su molestia. Realmente se había asustado mucho cuando su propia mente maquinó el estar teniendo un aborto. Era consciente de que algo iba mal y tenía miedo de que lo que sospechaba fuese cierto, suerte que solo fue un susto pero eso no impedía que debía cuidarse de ahora en adelante.

A pesar de estar consciente que llevaba una gestación que no había sido planeada y mucho menos deseada, no quería perder al bebé. No sabía cómo explicar ese simple deseo, solo no quería perderlo.

Había pensado mucho en cómo lo criaría, y sus hipótesis más fundamentadas eran que sería pésima madre; no porque fuese mala persona, sino por cómo había sido criada ella. Venía de una familia disfuncional y eso le daba nula experiencia del amor familiar, el único al que apreciaba y de quien recibió algo de cariño fue de su hermano Ian, pero su comunicación era muy escasa desde que la echaron de casa.

Aun así, era como si su futuro hijo fuese lo único que le quedaría al final de todo, aun cuando todos aquellos que consideraba amigos y familia se fuesen, ese bebé sería lo único que tendría; y esa idea subconsciente era lo que la mantenía con su decisión de llevar a término su embarazo.

Le habían dicho que esa noche, precisamente, no parecía haber muchos pacientes por Urgencias, la mayoría ya estaban ingresados en alguna habitacion... tal vez debería internarse ella también por uno o dos días. Iba a voltear su cuerpo de lado para intentar descansar, pero el simple hecho de moverse la aterraba un poco por lo que decidió quedarse como estaba y cerrar los ojos.

— ¿Dónde está? —se escuchó una voz.

— La dejé descansando —respondía una voz femenina—. Levi, no la vayas a alterar —pidió.

— Tienes mucho tiempo para hablar con ella, no tiene por qué ser ahora —dijo una voz conocida... ¿Mike?

— Yo también estoy preocupado pero lo más importante es la tranquilidad de Hange —ese se le hizo más conocido, era Erwin.

— Solo es hablar...

Las voces fueron haciéndose lejanas, así que no les tomó importancia. Algo le decía que lo que vendría serian problemas y no estaba para lidiar con eso ahora. Su propio inconsciente la adormeció como mecanismo de defensa y no tardó mucho en quedarse dormida.

***

Levantó sus parpados con lentitud. Las luces del lugar le dieron directamente al rostro y eso la hizo parpadear para acostumbrarse al lugar. Seguía en esa sala de Urgencias pero no sabía cuánto tiempo había pasado ahí, ¿qué hora sería?

Su sentido del tacto había permanecido apagado que se sorprendió mucho cuando lo recuperó, ya que fue consciente de que no estaba sola. Sus cuatro amigos estaban junto a ella, durmiendo dos a cada lado sobre unas sillas y solo apoyando sus cabezas en la camilla. Tenían una mano, cada uno, sosteniendo sus brazos y eso se le hizo tierno.