Capítulo 61.

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Jimin suspiró mientras pasaba el dorso de su mano por su frente, cansado.

—Esto es más difícil de lo que creí, estoy agotado.—Jimin se quejó, dejándose caer en una de las sillas junto a la isla de la cocina.

—No seas quejica.—Jungkook rió—.No fue para tanto.

—¿No fue para tanto?.—señaló sus manos—.Aún me duelen las manos por amasar las galletas.

—Eso es porque hiciste la masa demasiado dura.—le señaló.

—Yo no sabía eso.—colocó su mandíbula en la palma de su mano, observando a Jungkook de pie, colocando las distintas galletas en dos platos.

—Tu querías aprender a hacer galletas.—Jungkook lo miró con las cejas alzadas.

—Si, pero pensé que era mucho más fácil.—murmuró con un puchero en la boca.

Jungkook rodó los ojos, tapando los platos donde había colocado las galletas con papel film y caminando hacia Jimin.

—No seas quejica.—lo abrazó pasando  los brazos por su cuello, metiéndose entre sus piernas—.No es difícil, tienes que ser atento y minucioso.

—Pero no solo hacerlas es difícil.—lo miró—.Luego hay que limpiar y recoger todo.—bufó—.Me da mucha pereza.

Jungkook rió, agarrando las mejillas de Jimin y dejando un sonoro beso en ambas—.Que novio tan quejica me ha tocado.

Jimin rió, abrazando a Jungkook por la cintura y juntándolo más a su cuerpo—.Que suerte tengo yo de tener un novio que sabe hacer galletas, así no tendré que hacerlas yo.

—Oh.—Jungkook fingió estar dolido, alejándose y mirándolo con los ojos entrecerrados—.¿Asi que solo me quieres por las galletas?.

Jimin acercó de nuevo a Jungkook contra el, su rostro contra el pecho del menor debido a que seguía sentado, y dejó un beso ahí.

—Por las galletas, por lo hermoso que eres en belleza y personalidad.—lo miró a los ojos—.Por el maravilloso chico que eres y qué consigue deslumbrarme cada vez más, tan maravilloso que robaste mi corazón.

—Jimin...—los labios de Jungkook se abultaron en un puchero ante las lindas palabras del mayor, agarrando sus mejillas y agachando su rostro para besar los labios contrarios.

—Te quiero mucho, Jungkook.—le susurró—.Mucho.

—Yo también, Jimin.—se sentó en las piernas de este—.Mucho.

Jimin acercó su rostro al de Jungkook para juntar sus labios, creando un beso calmo, moviendo sus belfos en sincronía.

—Mh.—Jungkook murmuró, alejándose de el—.Tenemos que lavarnos, hemos echo un desastre de nosotros con la harina.

—Vamos.—Jimin se puso de pie, agarrando la mano de Jungkook y tirando de el—.¿Que te parece una ducha juntos?.

—Ni lo sueñes.—Jungkook negó con una sonrisa—.No pasaré por semejante vergüenza si vuelven tus padres.

—Ellos no vendrán.—se giró a verlo cuando comenzaron a subir las escaleras.

—No me arriesgaré.—negó.

—Uh.—Jimin se quejó, tirando de Jungkook para dejarlo delante de él y así poder abrazarlo por detrás al mismo tiempo que dejaba la mandíbula sobre su hombro—.Eres un novio estricto.

—Soy consciente.—golpeó su cabeza con su dedo índice—.¿Que pasa si llegan tus padres y nos ven a los dos en la ducha?.

—Ellos no entrarían a mi habitación sin tocar.—refutó.

Reconquistando a Jungkook. (Jikook). ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora