Reconquistando a Jungkook. (Jikook). ✅

Capítulo 19.

Cuando Jungkook se removió, aspirando con fuerza, sonrió ante la calidez que estaba sintiendo por todo su cuerpo, se sentía cómodo y descansado, encontrándose en un completo estado de relajación.

Abrió los ojos torpemente, parpadeando, y solo segundos después soltó un gran bostezo, moviendo su cabeza y mirando hacia el techo, quedándose así largos segundos, su mente en blanco todavía.

Cuando un movimiento a su lado lo trajo de vuelta a la realidad, se sorprendió de encontrar a Jimin dormido a su lado, abrazándolo con fuerza contra su cuerpo, una manta los envolvía a ambos, haciéndolos estar en aquella magnífica calidez.

Jungkook estuvo a punto de saltar de la cama despavorido, pero cuando recordó el motivo por el que estaba en aquella situación solo atinó a relajarse y acomodarse contra el cuerpo contrario. No había sido consciente de en que momento se habían quedado dormidos, tanto Jimin como el habían llorado en silencio mientras se abrazaban, y después habían caído rendidos en la bruma del sueño, sin ser siquiera conscientes de ello.

Jungkook se atrevió a mirar el rostro de Jimin, este aún estaba dormido, respirando de forma acompasada, el menor sonrió, elevando su mano de forma temblorosa y acariciando bajo los ojos de este, donde se notaban unas oscuras ojeras, alejando su mano, la cerró en un puño sin fuerza y suspirando con incertidumbre, se encontraba en un punto en el que no sabía que dirección tomar, se encontraba perdido.

Su frente se pegó en la barbilla de Jimin, cerrando los ojos, tratando de poner en orden sus pensamientos.

A pesar de lo bien que se sentía estar de aquella manera con Jimin no podía dejar pasar todas las cosas que habían sucedido, el también quería que todo se solucionara con Jimin, como el mayor había dicho, Jungkook también quería dejar de hacerse daño, y aunque volvió de Japón con la idea de olvidarse de Jimin y alejarlo de su vida, no podía, simplemente no podía. Lo que sentía por Jimin era demasiado fuerte, y aunque aún se sintiera dolido por lo que Jimin le había hecho, el amor seguía ahí, Jimin seguía importándole, seguía gustándole, aún lo quería.

Soltando un suspiro cansado por todos los pensamientos que estaban abrumado su mente, se alejó de Jimin y se incorporó, sentándose al final de la cama y dejando sus pies en el suelo, agachando la cabeza mientras pensaba cuál sería lo siguiente que debía hacer, o más bien que debían hacer el y Jimin, porque se encontraba muy confundido.

Pasaron largos minutos en los que Jungkook permaneció de aquella manera, solo ahí sentado, dándole vueltas a la situación, tampoco podía salir de la habitación, estaba muy avergonzado por la escena que ambos habían creado el día anterior. Entonces sus ojos dieron con el reloj colgado de un lado de la pared, las ocho de la mañana, y se dio cuenta de que había pasado la noche con Jimin, el pánico recorriendo su cuerpo cuando pensó en su madre y su hermano.

—Oh, Mamá.—susurró, ella debía estar preocupada al igual que Junghyun—.¡Joder!.—Yugyeom también estaría preocupado, no pudo avisarle ni decirle nada.

Buscó entre sus bolsillos el móvil para poder llamar, pero no lo encontró, sus ojos se fijaron en la mesita de noche, reconociendo el aparato enseguida. Soltó un suspiro aliviado, queriendo agarrarlo, pero una mano en su muñeca se lo impidió, manteniéndolo en el lugar donde estaba sentado.

Jungkook giró su rostro, encontrándose con el rostro adormecido de Jimin, quien lo miraba con una pequeña sonrisa.

—Tu amigo, Yugyeom, te llamó varias veces.—habló en voz baja, con la voz ronca—.Contesté por ti, le dije que estabas conmigo, pero no sé quedó tranquilo así que vino con Taehyung, quien quería hablar conmigo.—le explicó—.Le convencí....bueno...en realidad fue Taehyung quien lo convenció para decirle a tu madre que estabas con él y que esta noche te quedarías en su casa.—Jimin mordió su labio inferior—.Así que no tienes que preocuparte por ella, o por tu hermano...ellos creen que estas con Yugyeom.