Capítulo 2

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- Anne... -la cara de mi jefa empezaba a ser una clara advertencia.

- ¡Perdón!

Ya se me habían caído dos bandejas en un turno ¿Que me pasaba?¿Por qué es tan complicado concentrarse?

Ah, si, por que cada vez que lo intentaba me venía a la cabeza cierta chica de ojos verdes.

Y, claro, con la distracción de estar pensando se me cayó otra bandeja.

- ¡Anne! - espetó la señora felicia.

- ¡Pero si estaba vacía!

- Ya ok, ven aquí.

oh,no

Suspiré y me acerqué como si fuera a firmar mi sentencia de muerte.

- ¿Que te pasa hoy?- preguntó.

- No lo sé - Confesé.

La cara estricta de mi jefa cambio y se volvió más suave.

- ¿No te encuentras bien? ¿Necesitas un descanso?

dude un instante.

- No lo sé - repetí.

- A lo mejor necesitas comer algo. Ve a la cocina y que Ivy te prepare algo.

- He comido antes de venir - Le aseguré en voz baja - No es eso. Pero gracias.

- Y, sea lo que sea... ¿Quieres hablarlo?

Mi a mis mesas y estaban todas atendidas, tenía unos minutos, pero ¿Encerio quiero hablarlo con ella?

- Es que... eh conocido a una chica.-Le dije al final.

- Es la primera vez que me hablas de una chica o de alguien en el año que llevas trabajando aquí - Me dijo casi perpleja.

- Lo sé - musité.

- ¿Y que pasa con esa chica?

Suspiré, intentando controlar el lío que tenia en mi cabeza.

- Técnicamente, no pasa nada con ella - aclaré un poco incómoda - Es más bien lo que No pasa.

- Oh - ella sonrió, y fue de las primeras veces que la vi sonreír en mi vida. - Ajá, creo que lo entiendo.

- ¿Si?

--Me paso los mismo con mi esposo cuando lo conocí, el iba detrás de mi y yo, sin saber muy bien el por que, siempre huía, y eso que amaba estar con él, no se que me pasaba lo bueno que él tuvo paciencia conmigo.

Sonreí, divertida, pero me di cuenta de que iba la conversación y se me apago la sonrisa.

- Pero el problema es que yo sí sé por que le rehúyo- murmuré.

- ¿Quieres un consejo Anne? - murmuró - No dejes que una mala experiencia marque como vives tu vida.

- Ojala fuera tan fácil - le dije en voz baja.

- lo sé - me aseguró - pero pocas cosas que valgan la pena lo son, y ahora sin tanta casaca ponte a trabajar y esta vez sin tirar las bandejas.

Sonreí y asentí con la cabeza.

Es extraño, que Sasha no haya aparecido hoy, y solo me quedan diez minutos de turno y no sé nada de ella, seguramente tenía un examen.

Y como si hubiera sido invocada, segundos más tarde apareció. Sasha entró a toda velocidad y vino corriendo hacia mi.

- Necesito tu ayuda.

- ¿Que pasa? - pregunté un poco asustada.

- ¡Tengo un examen en diez minutos!

Todo tiene su tiempo  -MarcAnne-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora