capitulo 15

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Olivia, Yunan y Maddie habían venido a casa de Marcy. De hecho, en esos
momentos estábamos las cinco sentadas en su salón, en silencio.

Marcy apenas había
dicho nada desde que había recibido la llamada una hora antes y Olivia y las demás, que ya estaban de camino, llegaron en tiempo récord.

—Pero —rompí por fin el silencio, mirando a Olivia—, no pueden no darselo, ¿no? Es decir… tendrán que darle alguna justificación.

—Y la han dado.

—¿Cuál?

—Al parecer, creen que ha habido algún tipo de manipulación para que entrara a la clasificación —me dijo Maddie con una mueca.

—¿Manipulación…? ¿No han dicho nada más?

—Solo es una excusa para no dárselo —intervino Yunan—. Podrían haber puesto cualquier otra, pero eligieron esa.

—Y, hasta que no se resuelva —Olivia suspiró—, no habrá nada que hacer.

—¿Y cuánto pueden tardar en resolverlo?

—Meses.

—¡Meses! —repetí, abriendo mucho los ojos—. ¡Para entonces ya habrán dado los premios!

—Veo que lo entiendes —murmuró Olivia.

Me giré hacia Marcy. Seguía silenciosa, mirando un punto cualquiera con el ceño ligeramente fruncido. Parecía… muy pensativa. Ojalá pudiera decir algo que la hiciera
reaccionar, pero sospechaba que nada sería realmente de ayuda.

—Bueno —dijo Maddie de pronto, poniéndose de pie—. Fue bonito mientras duró.

Cuando vi que tanto Maddie como Yunan se ponían también de pie, di un respingo, sorprendida.

—Espera, ¿y ya está? ¿No haremos nada?

—¿Qué quieres que hagamos, Anne? —me preguntó Olivia, parecía realmente abatida—. Si  la SFWA, (Science Fiction and Fantasy Writers of America, Inc.) no le quieren dar a Marcy el premio no se lo daran. Por
mucho que insistamos.

—Pero… pero… ¡deberíamos insistir igualmente! ¡Mostrarles pruebas de que entró porque lo merece!

—Siento decirte que las cosas no funcionan así —Olivia suspiró de nuevo—. Bueno, Marcy, te veo mañana en la editorial. Tampoco es la gran cosa, un premio no define tu talento en la escritura ¿Verdad? Tampoco se acaba el mundo. En fin… vámonos, chicas.

Vi cómo se marchaban, abatida, y en cuanto escuché el ruido de la puerta
cerrándose, me giré en redondo hacia Marcy. Se había apoyado en el respaldo y se estaba pasando las manos por la cara.

—Esto ha sido cosa de Maggie—murmuré—. De tu esp… de ella.

—Lo sé —me dijo sin mirarme.

Hice una pausa, dudando entre si decir lo que quería decir o no.

—¿Crees… crees que si le decimos que tú y yo no tenemos nada…?

—No es eso, Anne —me miró por fin—. Justo antes de ir a casa de mis padres, cuando estaba haciendo la maleta… ella… se presentó a mi casa.

Mi cuerpo entero se tensó al instante.

—¿Y qué pasó? —pregunté con un hilo de voz.

—Nada —me dijo, como si fuera obvio—. Bueno, nada de lo que estás pensando, pervertida.

—Vale, ¿y qué pasó, entonces?

—Me pidió que me quedara con ella por Navidad, yo le dije que no, discutimos… nuestras conversaciones terminan siempre en discusión, la verdad. Y… bueno, me llegó a frustrar mucho. Hasta el punto en que le dije que quería divorciarme de ella y
no volver a verla en mi vida.

Todo tiene su tiempo  -MarcAnne-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora