Capítulo 4

1.1K 96 58
                                    

*nota de autora*

Hola, hola.

La imagen que esta en multimedia  es como yo me imagino el vestido que esta usando Marcy en la firma de libros, pero si se lo quieren imaginar de otro forma no hay problema.

*Fin de la nota*

Bueno... — la doctora James me dedico una sonrisa cómplice —tu relación con Marcy ha avanzado.

— No hay ninguna relación que pueda avanzar.

— Está bien... ¿Pero vas a verla esta noche?

— Sí.

— ¿Cómo te sientes con eso?

— Extrañamente... un poco nerviosa.

— ¿Por ir a una firma de libros o por ir a verla?

La mire con el ceño fruncido y ella solo sonrio, creo que nos entendimos bien.

— Me tranquiliza saber que Sasha va a estar.

— Sasha parece buena amiga, claro, por lo que has contado.

—Lo es.

— El otro día me dijiste que no le cuentas a nadie como te sientes.

Ya sabía para donde iba la cosa.

— Y no lo hago.

— ¿Y a Sasha? Me has dicho que le tienes mucha confianza.

—Le tengo confianza, pero... no quiero que piense que estoy loca o soy dramática.

— ¿ De verdad crees que ella diría que estás loca?

— No lo se.

—¿Que hay de Lauren? — Pregunto ella—¿Es la única que sabe que vienes a terapia?

— Sí, solo ella sabe.

— ¿Tu padre?

— Solo sabe que miró a un psicólogo.

— ¿psicólogo? — Repitio—  No soy psicóloga, Anne.

— Si ya lo se, pero decir psiquiatra  suena terrible.

— Es mi profesión, Anne. Cambiarle el nombre no hará que la realidad cambie.

☆☆☆

En la noche ya estaba lista para ir a la firma de libros de Marcy.

¿A quien se le ocurrió hacer una firma de libros de siete a nueve de la noche?

¡Exacto! a Marcy Wu.

Llevo veinte minutos esperando afuera de mi edificio a que Sasha pase por mi. Suspiré, al ver que al fin aprecio Sasha, y subí al asiento de copiloto.

— Hola, Sash.

—¡Anne, estas genial! —Y sonó sorprendida (para bien).

¿Me he areglado más de la cuenta por que sabía que me encontraría con doña sonrisitas?

Pues sí.

¿Lo diría algún día en voz alta?

Pues no

En el resto del camino platicamos, Sasha lideró el camino y me agarró de la mano para no perderme entre la gente. Su mano es igual que la mía Y aunque cuando me había tocado al principio mi corazón se  habia encogido un poco, me obligué a no reaccionar mal y a no apartar la mano.

Todo tiene su tiempo  -MarcAnne-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora