capitulo 18

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Ahora estamos en un bar.

Idea fantástica de mi madre.

Justo ahora estoy sentada cerca de la barra, viendo a las personas que bebían y bailaban.

—Oye, Anne —me dijo el señor Wu, distrayéndome—, ¿podemos hablar un momento?

—Oh, oh, ¿qué he hecho ahora?

Probablemente, si no estuviera un poco borracha, eso lo habría pensado y no lo habría dicho.

Por suerte, él se lo tomó con humor.

—Nada —me aseguró—. No es sobre eso.

—¿Y sobre qué es?

—Sobre Marcy.

Uf… casi prefería hablar de que había hecho algo malo.

—No sé qué le habrá dicho —aclaré, ahora un poco nerviosa—, pero no somos…

—Mira —me cortó, también algo incómodo por la conversación—, no me gusta tener que decirte esto porque te conozco desde hace muchos años, pero… siento que tengo que hacerlo.

—¿El qué? —levanté las cejas, sorprendida.

El padre de Marcy suspiró y lo consideró un momento antes de mirarme.

—Marcy es muy impulsiva —aclaró—. Muchísimo. Creo que precisamente por eso le va tan bien en la escritura, porque se lanza a por lo que quiere sin pensarlo. Lo hace en muchos aspectos de su vida.

Eso último me lo dijo con una mirada significativa. Sí. La verdad es que conmigo también se había lanzado sin pensarlo.

—Como cuando se casó con esa chica, por ejemplo —añadió él—. ¿Cómo se
llama? ¿Maggie? En fin, la pelirroja. Supongo que sabes quién es.

—Sí —mascullé—, nos conocemos un poco.

—Pues eso. Que Marcy es impulsiva. Se lanza a por las cosas y no se detiene a pensar en las consecuencias de hacerlo. Cuando le dio esa paliza al hijo del jefe de policía… creo que todos pensamos que terminaría en la cárcel. Fue un milagro que no
lo hiciera. Pero no creo que eso mismo suceda dos veces.

Eso también me lo dijo de forma significativa, pero el alcohol me hacía un poco más lenta, así que fruncí el ceño sin entenderlo del todo.

—¿Qué quiere decir? ¿Qué no le deje pelearse? Eso ya lo…

—No, no me refiero exactamente a eso. Mira… sé que la pelea fue por ti. No digo que fuera culpa tuya, pero creo que fue por ti. Marcy… se siente muy implicada contigo. Incluso Paty lo ha notado, y eso que ella no notaría ni a un elefante en medio de una
cocina. Eso último no se lo digas o esta noche dormiré en el sofá.

Sonreí un poco, pero la sonrisa se borró cuando vi que me dedicaba una mirada bastante seria.

—Anne, te conozco desde hace muchos años. Creo que puedo llegar a saber cómo te comportas en distintos aspectos de tu vida.

—¿Qué quiere decir con todo esto, exactamente?

—No me gustaría ver a Marcy salir de esta relación… herida.

Oh, así que era eso.

Estuve a punto de soltar un no somos novios bastante brusco, pero entonces me di cuenta de que quizá se refería precisamente a eso.

—Sé que no lo harías a propósito —aclaró al verme la cara—. No estoy diciendo que crea que juegas con ellal o algo así. Sé que no eres de esa clase de personas. Pero… honestamente, Anne, no debería meterme en esto, pero estoy preocupado por mi hija.
La veo mucho más implicada en esta relación que a ti.

Todo tiene su tiempo  -MarcAnne-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora