Todo tiene su tiempo -MarcAnne-

capítulo 7

maratón 3/?

Ivy entrecerró los ojos, asomándose conmigo por encima de la barra.

—¿Cuánto te apuestas a que la manda a la mierda?

Observé con más atención al pobre cliente al que Polly, la nueva, intentaba coquetearle.

Básicamente, su mejor estrategia era hablar de su ex, de lo mucho que la echaba de menos y de las pocas ganas que tenía de vivir.

No, no era una gran estrategia.

—No pienso apostar algo contra una cosa obvia —murmuré, divertida.

Las dos nos quedamos calladas cuando el cliente dijo algo, puso mala cara y se marchó sin siquiera dejar propina. Polly la observó marcharse con los brazos en jarras antes de suspirar y empezar a limpiar la mesa con cara de asco.

—Menos mal que no he apostado nada —murmuré.

Era divertido hacer esas cosas con Ivy, hacía que las horas de trabajo se hicieran más amenas. Y también Sasha, con quien recorrí la mitad del camino hacia casa antes de que ella se desviara para volver a la residencia.

En la noche, me dio por mirar una película. Y me encontré a mí misma buscando películas sobre escritores.

¿Qué demonios me pasaba últimamente?

Intenté convencerme a mí misma de que me daba igual y no quería hablar con ella, pero solo llevaba veinte minutos de película cuando me rendí a la obviedad y me estiré para alcanzar el móvil.

Anne: ¿A que no adivinas qué estoy haciendo?

Casi esperaba que no respondiera en un rato, pero lo hizo a los pocos segundos.

Mariposa engreída: Algo sexualmente interesante, espero.

Anne: No, pervertida.

Mariposa engreída: Pues qué aburrimiento.

Anne: ¿Te lo digo o no?

Mariposa  engreída: Si quieres... pero lo otro sería más interesante.

Anne: Estoy viendo una película de Jane austen .

Mariposa engreída: Vaya, vaya. Me pregunto a qué vendrá ese repentino interés por las escritoras. ¿Qué película es?

Anne: Orgullo y prejuicio  .

Mariposa engreída: ¿Quieres que vaya a tu casa y la miremos juntitas?

Anne: Ya es tarde, Marcy.

Mariposa engreída: Perfecto, así puedes invitarme a dormir.

Anne: No.

Mariposa engreída: :(

Anne: ¡No empieces con las caritas tristes!

Mariposa engreída: Voy a por las llaves ;)

Anne: ¡He dicho que no! ¡Déjame ver la película tranquila!

Mariposa engreída: ¿Acaso insinuas que te altero?

Anne: Si todavía no te has dado cuenta de eso, estás ciega.

Esa vez, el mensaje de respuesta tardó unos segundos en llegar.

Los suficientes como para darme cuenta de que estaba sonriendo como una idiota a mi móvil y tenía que parar. Me reñí a mí misma mentalmente.

Mariposa engreída: Vale, esta noche te libras de mí, pero mañana iré a cenar.

Anne: ¿Has considerado la posibilidad de que no quieras que vengas?