Desde el minuto después que Ivy aceptó la propuesta planeada por Daniel, toda la familia comenzó a dar ideas sobre la fiesta, debido a que Daniel les había comentado que planeaba realizar esa boda en un periodo de 2 meses, pues pasados esos meses debía regresar a la temporada y esperaba que Ivy se fuera junto a él como su esposa. Lo que sin duda asombro a la familia, pero estaban dispuestos a ayudarlos a planear cada cosa, por lo que desde ese día comenzaron las llamadas y mensajes de reservación.
Sobre el lugar estaban decididos en que debía ser Australia, pues estaba la familia de ambos en ese lugar y la casa en la que todos se encontraban pasando el fin de semana, sería el lugar adecuado para hacer la ceremonia y la fiesta.
Al termino de ese día todos se fueron a sus camas para poder descasar de la planeación tan rápida de la fiesta, en la que Daniel e Ivy aportaban algunas ideas, pero debido a que iba a ser un matrimonio falso y corto, en realidad no importaba tanto el desarrollo de la idea sino tener el papel que certificará que estaban casados. Al terminar ese fin de semana, Daniel llevó a Ivy a su casa para poder hablar sobre el compromiso y la futura fiesta, algo que sin duda no sabían cómo iban a explicarle a la mamá y abuela de ella.
Mamá - Me están diciendo que... ¿se van a casar en unos meses? Dijo un poco confundida y molesta –Se van un fin de semana juntos y regresan comprometidos
Ivy – Si, mamá. Sé que es poco creíble, pero sentimos que debe ser así. Va a salir bien, tan bien cómo les fue a mis abuelos. Dijo en un tono seguro
Daniel – Nos vamos a esforzar porque todo salga bien, quiero estar con su hija. Yo sé que todo esto paso muy rápido, pero sentíamos que debía ser así.
Mamá - Pueden irse a vivir juntos unos meses y después se casan, no es obligatorio que lo hagan tan pronto y dentro de unos meses. ¿Por qué tanta urgencia?
Ivy - Sé que no confías en que pueda salir bien, pero me siento diferente con él y él conmigo. Estoy segura que mi abuela, se sentía de esa forma también.
Daniel – Si, es verdad. Quiero que su hija se case conmigo, vivir juntos y que seamos familia. Yo sé que es apresurado, pero estoy seguro de que ella es la mujer indicada dijo al tomar de la mano a Ivy
Abuela – Estamos felices por ustedes, pero no es algo tan sencillo de asimilar. Imagino que, si se casan, ella se ira contigo. ¿Verdad?
Daniel – Si, se va a ir conmigo, pero vamos a regresar las veces que podamos. Eso se lo puedo prometer.
Abuela - Confío en que están seguros de su decisión, la conozco tan bien que puedo estar segura de que ella pensó bien antes de aceptar y si ella está segura, nosotras también lo tenemos que estar
Mamá - Si, en eso concuerdo. Seguro que lo pensaste bien Ivy, por lo que solo nos queda aceptar y apoyarte en casa paso que tú quieras.
Ivy – Gracias, mamá y abuela. Saben que voy a seguir al pendiente de ustedes y que estaré siempre comunicada todos los días. Dijo al abrazar a su mamá y abuela, agradeciéndoles por confiar en ella.
Durante los dos meses que tendrían que esperar Daniel e Ivy para casarse, decidieron salir por lo menos 2 a 3 veces por semana para conocerse más y adecuarse poco a poco a ser una pareja, lo que no les costaba mucho, pero sabían que no sería tan sencillo cuando estuvieran solos en Mónaco. En algunas ocasiones se comunicaban con la familia de Daniel la cual les ayudaba en todo el proceso de la boda: lugar, arreglos, comidas y demás.
Día de la boda
El par de meses pasó rápidamente, dando inicio al día de la boda de Daniel Ricciardo e Ivy Maverick. Desde el día antes a la boda no tuvieron la oportunidad de verse, lo que sin duda ponía muy nerviosa a Ivy pero pensar en que todo estaría bien y que nadie se daría cuenta de que ambos mentían, la lograba tranquilizar. Estaba bastante tranquila hasta el momento de caminar hacía Daniel que se encontraba esperándola junto a sus padrinos, damas de honor y el padre, aunque los nervios se apoderaban de ella en cada paso que daba, decidió que lo mejor sería verlo directamente a él y no pensar en nada más.
Lo que funcionó, pues el momento de decir los votos y dar anillos sucedió tan rápido, que ya se encontraban en la fiesta de celebración junto a amigos y familia, disfrutando de que ahora serían esposos y los días para tener la casa del abuelo de Daniel comenzarían a contar.
Cuando la fiesta terminó, tanto Daniel como Ivy se encontraban agotados por lo mucho que bailaron y disfrutaron, que a pesar de que fuera una fiesta falsa, sentían que de verdad se habían convertido en una pareja casada, sobre todo porque sus familias y amigos se acercaban a ellos para poder felicitarlos y desearles lo mejor en su matrimonio.
La noche de ese día paso como cualquier otra para la nueva pareja de casados pues como ya lo había dicho Daniel, no se acercaría a Ivy de forma romántica y aunque estaban en una habitación muy linda y arreglada especialmente para su noche de bodas, solo dormirían en ese sitio por ese día y después viajarían a Mónaco. No sin antes despedirse de sus familias y amigos.
Tanto Daniel como Ivy sabían que estaban juntos por medio de un acuerdo y solo para tener la casa que Daniel tanto deseaba, ambos se sintieron como una pareja cuando estaban en la fiesta, pero debían ser realistas y sobre todo comprometerse con la idea de fingir delante de todos, que tenían un asombroso matrimonio y que eran una pareja muy enamorada. Lo que fue sencillo, pues durante el camino a Mónaco, eran tratados de esa forma por la gente que sabía que estaban casados. Haciendo que Daniel se acercará a Ivy para abrazarla y besarla delante de las personas, diciéndoles que estaba feliz de estar casado.
A Ivy no le molestaba fingir delante de la gente, si eso ayudaba a Daniel, aunque sabía que podía existir la posibilidad de que comenzará a sentir algo por él. Se esforzaba por recordarse cada tanto, que lo que hacían solo era una mentira y que no debía acostumbrarse mucho a la idea de estar juntos.
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