El día siguiente por la mañana, Ivy estaba en su trabajo, con sus pacientes en su ronda diaria para toma de signos vitales y administración de medicamentos. Cuando llegó un mensaje a su celular, aunque ella lo usaba poco durante el trabajo, lo tenía consigo ya que estaba al pendiente de alguna emergencia con su abuela.
Pues cuando ella no estaba, su mamá cuidaba a su abuela, mientras que ella llegaba de trabajar. Se habían coordinado de esa forma, cuando Ivy regresó a casa, pues con sus papás separados solo quedaba su mamá y ella para cuidar a su abuela. Ya que sus otros familiares se habían negado a estar con ella de tiempo completo, por lo que tanto Ivy y su mamá que era psicóloga y daba consultas en casa, se hacían cargo de la abuela y de sus cuidados.
El mensaje era de Daniel, preguntando si sé verían para llevar el carro de Ivy al mecánico. Ella le contestó que si, le indicó la dirección de hospital en dónde ella trabajaba para que él pudiera pasar por ella y juntos llevarán su carro al mecánico. En la hora de salida de Ivy, se dirigió a la puerta en dónde ya se encontraba Daniel esperándola, se saludaron y preguntaron sobre su día para después ir por al mecánico en dónde ya la grúa había llevado el carro.
Al llegar se encontraron con el mecánico encargado, que les indicó que el carro de Ivy tenía algunos problemas con el motor, que costarían y tardarían pero podría resolverse de forma rápida si se contaba con el dinero. Lo que en ese momento Ivy no tenía, por lo que le dijo al mecánico que tardaría en pagar la reparación y que su carro tendría que quedarse en el taller un largo rato.
Al escuchar eso y ver la cara de preocupación de Ivy, Daniel se ofreció a llevarla a su casa pero de camino pasarán a comer algo. Ella accedió y se dirigieron a un pequeño lugar de hamburguesas para poder comer y hablar.
Ivy - Creo que el carro se quedará un buen rato en el taller, no tengo idea cómo lo voy a pagar.
Daniel - Puedo prestarte ese dinero, puedes pagarme lo cuando puedas.
Ivy - No, no quiero abusar más de tu confianza. Ya me ayudaste mucho, desde ayer por la noche, no nos conocemos mucho tampoco, no puedes confiar en mí. No sabes si soy una estafadora o algo.
Daniel - Es un préstamo, después me lo pagas. Ahora lo necesitas y si nos conocemos. Somos vecinos y vivimos cerca, en caso de que seas una estafadora. Se dónde vives y puedo ir a cobrarte. Dijo él en tono divertido y riendo por lo del tema de la estafa.
Ivy - Si, se que tienes el dinero para hacer eso, no por nada eres un famoso piloto de la fórmula 1. Pero no sé, dame unos días para pensarlo.
Daniel - ¿Sabías que era piloto? Pensé que no me habías reconocido dijo él sorprendido ya que pensaba que Ivy no sabía quien era él.
Ivy - Si, ayer recordé cuando jugábamos de pequeños. Pero nos dejamos de ver cuándo te fuiste de Australia y yo también. A parte todo el vecindario te conoce, es fácil reconocerte. Dijo ella riendo.
Daniel - ¡Vaya! Crei que no sabías quien era, ahora que mencionas lo de jugar de pequeños. Creo que sí te recuerdo un poco, me alegra que nos volvamos a encontrar.
Ivy - Si, igual a mi. Eres igual que en las entrevistas, pensé que de alguna forma actuaban como alguien que no eran.
Daniel - En realidad todos somos igual. Solo que algunos pueden ser más introvertidos o serios, yo soy igual. Disfruto lo que hago y me gusta viajar haciendo lo que más me gusta. ¿Tú siempre quisiste ser enfermera?
Ivy - Me alegro por ti, se ve que realmente te gusta. Si, siempre quise ser enfermera, aunque cuando estaba pequeña quería ser granjera. Pero cuando crecí, decidí cambiar mi carrera.
Daniel - ¿Granjera? No me lo imaginaba. Así que te deben gustar mucho los animales.
Ivy - Si, desde pequeña siempre iba junto a mi familia a zoológicos y tuve algunas mascotas.
Daniel - A mí me gustan, aunque no sé si tanto como para tener una granja.
Ivy - Bueno, yo nunca la he tenido. No sabría decirte con certeza como sería, en televisión se ve sencillo. Dijo al imaginarse en en una granja, cuidando de los animales.
Daniel - Si, puede que lo sea. Retomando el tema anterior, ahora que sabemos que nos conocemos de años atrás, estoy más seguro de prestarte ese dinero.
Ivy - Lo pensaré, mañana puedo decirte. Si es que aceptó, te prometo pagarte hasta el último centavo. Puedes estar seguro de eso.
Daniel - Si, yo sé. Por lo que puedo ver, eres una persona confiable. De alguna forma, se que no me vas a fallar. Dijo al imaginar que tal vez, ella podría ser la persona que él buscaba para el contrato.
Cuando terminó la conversación, Daniel dejó a Ivy en su casa, quedaron en hablar al día siguiente. Para poder aceptar el préstamo del carro o rechazarlo, aunque Ivy quería aceptar sabía que tendría que pagar lo rápidamente, no quería deber dinero y si eso implicaba tener turnos extras o conseguir otro empleo, lo haría. Todo por tener de vuelta su carro y así seguir ayudando a su abuela.
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Only Memories -Daniel Ricciardo-
Fiksi PenggemarSin imaginarlo, el estar juntos por medio de un matrimonio falso. Hizo que no quisiéramos separarnos más.