En cuanto Daniel e Ivy llegaron a la casa de Daniel en Mónaco, Daniel le indicó a Ivy la habitación en la cual pasaría el año de matrimonio, pues estarían separados para comodidad de ambos. Ya que después de todo, solo estaban viviendo juntos por cuestiones del acuerdo y el que durmieran juntos no era algo esencial del mismo. El primer par de semanas pasó de forma rápida, Daniel salía de casa para poder entrenar y conocer los nuevos cambios del carro de la temporada, Ivy también salía de la casa pues había comenzado a trabajar en un hospital cercano.
Los días pasaban lentamente, ya que al estar Daniel fuera de casa la mayor parte del tiempo, Ivy llegaba del trabajo y estaba sola en casa. A pesar de hablar con su familia varias veces a la semana igual se sentía sola, pues no tenía mucha comunicación con sus compañeros de trabajo más que la necesaria para el trabajo. Daniel por su parte, trataba de acompañarla y hablar con ella el mayor tiempo posible, pero con la temporada cada vez más cerca sabía que tenía que enfocarse en el nuevo carro y ganar.
Ellos decidieron que, ya que no serían una pareja real, podían ser buenos amigos y cuando el año terminará seguir siéndolo sin problema alguno.
Un día por la mañana mientras ambos desayunaban juntos, Daniel le mencionó a Ivy que por la noche irían a la fiesta que se llevaría a cabo debido a que se presentaría a los medios el nuevo carro del equipo Mclaren y que sería una buena oportunidad para salir juntos como recién casados, sobre todo porque no habían tenido una luna de miel como tal ya que tenían que regresar antes de que iniciara la nueva temporada.
Ivy creyó que era algo importante por lo que al terminar su turno en el hospital se dirigió a una tienda para comprar un vestido adecuado para la ocasión, esperando de forma consciente que le gustara a Daniel.
Ya estando en casa, comenzó a arreglarse para más tarde que Daniel pasará por ella, mientras ella se dedicaba a su peinado y maquillaje, escuchó el timbre de la puerta sonar. Ella se dirigió a abrir, para encontrarse con una mujer joven muy linda que, al tenerla de frente, comenzó a hablar.
Mujer – Disculpa ¿Está es la casa de Dani? No lo visito desde vacaciones, no sé si es que ya se cambió de casa.
Ivy – Si, es la casa de él. Solo que no está aquí por el momento.
Mujer – Ya veo, ¿Eres una familiar suya o nueva novia? Preguntó con un tono indiferente
Ivy – Pues en realidad soy su esposa, nos casamos hace poco. Dijo ella, deseando que estuviera bien que lo dijera, pues no estaba segura si debía decirlo a esa mujer. - ¿Eres su amiga?
Mujer - Creía que nosotros teníamos una relación, en verdad estoy sorprendida de que ahora tenga esposa, solo nos dejamos de ver unos meses. Dijo en tono molesto
Ivy – No sabría que decirte, en ese par de meses él y yo nos volvimos a ver por lo que comenzamos a salir, nos comprometimos y nos casamos. Dijo ella deseando que la joven se fuera y no hiciera ese momento más incómodo
Mujer –Me parece muy raro que fuera tan rápido, pero supongo que les daré el beneficio de la duda. Él usualmente no es así, pero supongo que hablaré con él después dijo al dar media vuelta y dirigirse al elevador
Ivy – Si, puedes hablarlo con él. Me podrías decir... ¿Cuál es tu nombre? Preguntó para después comentarle a Daniel sobre ella
Mujer – Mi nombre es Heidi. Dile por favor, que vine a verlo.
Cuando la mujer se fue del departamento, Ivy pensó que lo mejor sería que ella siguiera arreglándose y después comentarle lo sucedido a Daniel. Pero mientras se arreglaba, muchos pensamientos pasaban por su mente como: ¿por qué no le había pedido a Heidi que se casara con él?, si es que él iba a seguir viéndola, si tenían permitido salir con otras personas durante ese año y si es que aparecerían más mujeres. Esos pensamientos desaparecieron cuando su celular sonó, avisando que Daniel había llegado para ir juntos a la fiesta, por lo que se vistió y bajó del edificio para ver a Daniel.
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Todo fue tranquilo de camino a la fiesta, Daniel le dijo a Ivy que se veía muy bien con el vestido que había elegido para la ocasión, ella agradeció y ambos se dirigieron a las demás personas en la fiesta.
Estando cerca se encontraron con todo el equipo de Mclaren, en donde se encontraban personas como: Lando Norris, Patricio O'Ward, Felix Roseqvist y Zak Brown que se sorprendieron un poco al ver a Daniel junto a una mujer asistiendo a la fiesta, pues particularmente llegaba solo a esos eventos. Lo que fue de un mayor asombro, fue que él presentará a Ivy como su esposa y les dijera a todos que se habían casado hace poco menos de un mes.
Después de esa presentación, todos siguieron hablando sobre cosas del equipo y sus vacaciones, cuando llegó el momento de que Daniel junto a Lando y Zak presentarán y hablarán sobre el nuevo carro, dejando a Ivy hablando con Patricio con el cual estaba teniendo una buena conversación, pues congeniaban en varios temas y tenían gustos parecidos en cuanto a deportes o música.
Estaban muy inmersos en su conversación, que no notaron cuando la presentación del nuevo carro había concluido y Daniel comenzaba a acercarse a ellos.
Al estar frente a ellos, tomó de la cintura a Ivy para preguntarse si es que ella quería bailar con él, interrumpiendo un poco la conversación que ella tenía con Patricio. Ella se disculpó con Patricio y aceptó bailar con Daniel. Los dos bailaban y hablaban sobre cosas del carro y la temporada, que Ivy creyó que sería un buen momento para hablarle a Daniel sobre la visita de Heidi al departamento.
Ivy – Oye, quería comentarte algo que sucedió por la tarde.
Daniel - ¿Pasó algo en el departamento?, ¿todo está bien? Preguntó algo preocupado
Ivy – No, en realidad alguien llegó por la tarde. Una joven de nombre Heidi, estaba buscándote.
Daniel - ¿Enserio? Ahora tiene sentido sus llamadas. ¿Te dijo algo?
Ivy – Si, me preguntó si es yo era tu familiar o tu novia. Yo le dije que era tu esposa.
Daniel – Entiendo ¿te dijo algo más?
Ivy – Pues que ella pensaba que ustedes tenían una relación y que le sorprendía que ahora estuvieras casado.
Daniel – No la teníamos, era algo sin título. Igual estuvo bien que le dijeras que eres mi esposa.
Ivy – Bueno, me alivia saber eso. Pero creo que, si quisieras seguir saliendo con ella, podemos agregar algunas condiciones al acuerdo.
Daniel - ¿Lo dices en serio? No planeo seguir saliendo con ella. No te preocupes por eso
Ivy – Aunque no sea ella, si llega a aparecer otra mujer, puedes salir con ella. Yo no tengo un problema
Daniel – Bueno, pero no va a suceder. Lo dices ¿Por qué tú quieres salir con alguien? Preguntó con algo de nerviosismo
Ivy – No, pero ya que nuestro matrimonio no es real. Creo que podemos salir con otras personas, siempre y cuando nos cuidemos de que alguien se dé cuenta. Dijo sin mucha preocupación
Daniel – No estoy muy seguro sobre esa condición, eso lo hablamos mejor al llegar a casa. ¿Te parece? Dijo tranquilizándose un poco
Ivy – Si, está bien. Dijo tratando de entender porque no le había parecido del todo la condición a Daniel.
