Después de una semana de haber conversado sobre su luna de miel, Daniel e Ivy se encontraban en el avión esperando llegar pronto a su destino, el cual se ubicaba en Italia. Habían acordado en ir a una playa cercana, pues a los dos les gustaba y era algo que sin duda disfrutarían. Sobre todo, Daniel pues no volvió a comunicarse con Jenna desde el día en el que se enteró que estaba comprometida, estaba decidido a olvidar lo sucedido y pasarla bien junto a Ivy, que desde el momento en el que llegaron a la playa en donde pasarían sus vacaciones y luna de miel, no paraba de sonreír y de hablar sobre anécdotas familiares.
Daniel también estaba contento de poder relajarse un poco del estrés acumulado en la temporada ya que no le estaba yendo del todo bien, por lo que estaba decidido en dejar todo a un lado y solo enfocarse en disfrutar y tener buenos recuerdos junto a Ivy. Pues desde el momento en que se casó con ella, se había imaginado momentos así, aunque solo fuera por medio de su imaginación, el casarse ese día con ella lo hizo sentir por un corto momento como si fuera una boda real y ella fuera la mujer con la cual estaría por largos años, lo que ahora no parecía ser algo irreal.
Al llegar a la habitación en donde ambos dormirían por toda una semana, se dedicaron a arreglar su ropa y prepararse para salir a comer algo y después dirigirse a la playa, pues Daniel había preparado una sorpresa para Ivy. Cuando los dos caminaban con dirección a la playa para que Ivy descubriera la sorpresa preparada para ella, Daniel la tomo de la mano para entrelazarla con la suya, un gesto que Ivy no rechazó, más bien le pareció algo lindo.
Pues estar juntos en ese lugar, creaba un ambiente romántico que la envolvía en la creencia de ser realmente su esposa, algo que comenzaba a gustarle y no parecía molestarle.
Los dos se encontraban ya en la playa, esperando a que Ivy descubriera la sorpresa preparada para ella, la cuál era que iba a surfear junto a Daniel y un grupo de expertos en surf, algo que la entusiasmaba mucho pues era algo que ella quería hacer desde hace un tiempo, pero no creía tener la posibilidad de hacerlo. Pero ya que era algo planeado por Daniel, solo podía agradecer y disfrutar junto a él.
Habían transcurrido alrededor de 2 horas, en las que ambos disfrutaron de nadar y surfear con las olas, descubriendo que los dos, al parecer tenían un talento para surfear o el suficiente como para poder apostar en quien lo hacía mejor que el otro. Escogiendo como premio, invitar al otro un par de rondas de tragos en el bar de la playa. Quedando Ivy como ganadora de dicha apuesta.
Ya en el bar y con varias quejas por parte de Daniel por haber perdido ante Ivy, pidieron un par de tragos para pagar la apuesta acordada. Los dos la estaban pasando bien, hablando y tomando un poco, cuando se acercó a ellos una pareja.
Pareja - Disculpen por la interrupción, pero quería preguntarles algo, ¿Les gusta bailar?. Dijo directamente
Ivy - Si, nos gusta. ¿Por qué la pregunta? Preguntó con curiosidad
Pareja - Es porque estamos haciendo una competencia de baile y buscamos parejas que quieran participar. Ustedes lo son ¿Cierto?
Daniel - Si, estamos casados. Dijo sonriente mientras veía a Ivy.
Ivy - ¿Habrá algún premio? Preguntó curiosa, pues no era competitiva pero podía enfocarse en ganar si así lo quería.
Pareja - El premio es un pase para bucear y tener una cena en un pequeño barco. ¿Están interesados?
Daniel - Creo que podemos ganar. ¿Te gustaría hacerlo? Preguntó a Ivy entusiasmado por el premio.
Ivy - Si, creo que podemos. Si te parece bien, entonces debemos hacerlo.
Daniel - Si, vamos a participar. Dijo a la pareja frente a él.
Pareja - Bien, entonces empezaremos en unos minutos. Es un concurso de baile en pareja.
Minutos después de esa conversación, inició la competencia de baile, en dónde en un comienzo Daniel e Ivy estaban nerviosos por bailar frente a las personas presentes, pero a medida que aumentaba la competencia. Se olvidaron del nerviosismo y se sintieron más cómodos, como para poder bailar mejor que las otras parejas presentes. Ganando por votación unánime, haciendo que los dos se abrazaran de la emoción, terminando con un beso largo entre los dos.
Con el premio en sus manos, los dos siguieron disfrutando de los tragos, música y baile en el bar cerca de la playa, conversando con el resto de gente que se encontraba cerca de ellos, bailando cada vez más cerca y besándose entre cada canción, no importando nada más que esa noche y ellos dos. Mostrando a la gente presente, que eran una pareja enamorada y feliz por estar juntos.
Daniel - ¿Las estás pasando bien conmigo? Preguntó curioso
Ivy - Si, bastante bien. Me encantó surfear, era algo que quería hacer desde hace mucho.
Daniel - Si lo sé, alguna vez lo comentaste y creí que sería buena idea intentarlo.
Ivy - No pensé que te acordarías de eso. Gracias por eso y por el día. Dijo al abrazarlo
Daniel - No es nada, me alegra haber recordado ese dato y haber escogido este lugar para estar contigo. Dijo al responder el abrazo de Ivy
Ivy - Es un hermoso lugar, lo mejor es que mañana podremos bucear y cenar en un barco.
Daniel - Si, resultamos ser una excelente pareja de baile. Dijo sonriente mientras miraba a Ivy
Ivy - Si, creo que tenemos buena conexión. Me dí cuenta de eso cuando estuvimos con tu familia pero ahora no tengo duda.
Daniel - Si, es verdad. En realidad es algo que me gusta mucho de ti, que puedo hacer este tipo de cosas contigo y sentirme muy bien. Olvidando todo lo demás
Ivy - Si, a mi también me gusta eso de ti. No me había pasado antes con alguien más.
Cuando terminaron de conversar, se dirigieron a su habitación para poder descansar y tener mayor energía para los días siguientes. Específicamente el día siguiente, que bucearían y cenarían en un pequeño barco.
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Only Memories -Daniel Ricciardo-
FanfictionSin imaginarlo, el estar juntos por medio de un matrimonio falso. Hizo que no quisiéramos separarnos más.