⋆ 23 ⋆

9 6 0
                                    

Elena

Ya estaba despierta bien temprano lavándome los dientes, Jay estaba mirándome mientras cantaba a todo pulmón una canción que había reproducido en su móvil. Me hace gracia porque empieza a bailar, haciendo movimientos raros. Termino de cepillarme los dientes y me acerco para acompañarlo con sus pasos prohibidos.

Me sonríe al verme y me toma de la cintura acercándome, nos movemos de lado exageradamente y nuestras risas se mezclan, formando una hermosa melodía.

—Qué lindos!—escuchamos a su madre, apareciendo en la sala—. Pero hijo, Elena se hará tarde para la Universidad, debes llevarla ahora.

—Pero si igual es su último día, no tiene porqué ir—hace puchero, abrazándome.

Me río—. Ya he faltado algunas veces, al menos debo ir hoy día—me abraza más cuando su mamá trata de alejarlo—. De ahí saldré de vacaciones y podremos estar más juntos.

—Jaden! No te comportes como su chicle—la señora Prey logra separarlo.

—Bien—se cruza de brazos—. Vamos?

Asiento pellizcándole las mejillas y
rueda los ojos. Salimos de casa juntos para ir a la Universidad. Es cierto que hoy será mi última clase porque entro en vacaciones un mes, Jay ha seguido trabajando ahí solo porque quiere estar cerca mío, pero hoy irá para renunciar. No es lo que quiere, pero me contó que quien lo representa le ha aconsejado que no sería bueno para su imagen que trabaje como conserje, él tuvo que entenderlo para no causar problema y menos ahora que le está yendo bien en sus nuevos proyectos.

Llegamos pronto, tuvimos que ir en bus porque la moto de Jay está en mantenimiento, ahora estamos pasando el rato en la habitación de limpieza. Estaba sentada encima de él, mirando su rostro y trazando líneas desde sus cejas hasta sus labios, él solo se limitaba a observarme y acariciarme la espalda con delicadeza.

—Hoy también tienes que estar con Louis?—pregunta rompiendo el silencio.

Dejo de acariciarlo y enrosco mis brazos en su cuello.

—Sabes que tenemos que ser vistos juntos aquí también—explico.

—Entonces tienen ya un plan?—juega con un mechón de mi cabello.

—Hoy me escribió, dice que mi madre le ha avisado que lleguemos a casa porque tiene que decirnos algo.

Entrecierra las cejas—. Por qué le escribe tu madre a él y no a ti?

—Supongo que lo aprecia más a él—me encojo de hombros—. Me da igual, solo tengo miedo por lo que tiene que decirnos.

Deja de lado el mechón de cabello y me acaricia la mejilla.

—Pase lo que pase, estaré cerca de ahí para enfrentarlo juntos—deja un pequeño beso en mis labios—. No estás sola, chérie.

Le devuelvo el beso y nos quedamos así unos segundos más hasta que me separé para hablarle.

—Entonces vendrás conmigo y...Louis?

Asiente—. Presentaré mi renuncia y esperaré a que salgan para ir con ustedes.

—Sabes que iremos en su coche, no?

Todo sobre ti: #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora