⋆ 5 ⋆

25 5 0
                                    

Elena

Llevo horas entrando en cada baño de esta Universidad para buscar detrás de las puertas si hay algún nombre de los conserjes, y pues no lo hay, ningún rastro. Me ha dejado con la curiosidad de saber su nombre. Podría intentar buscar en su habitación de limpieza, algo debo encontrar por ahí.

Justo aparece Brian pasando un brazo por mis hombros.

—Bebé, no te he visto en clase, está todo bien?—pregunta arrugando la frente.

—Louis otra vez con sus estupideces, ya lo conoces—volteo los ojos.

—Lo puedo secuestrar? Por favor—suplica.

—Ya quisiera—río—. Y Lola?

—Ah, ella, está ayudando a un tipo con historia—habla secamente.

—Oww, estás celoso!—le pellizco las mejillas y se aleja.

—Calla, loca, no es verdad, vale?

—Deberías arriesgarte de una vez, es mi consejo como tu mejor amiga

—Eso intento, pero algo no me deja—agacha la cabeza.

—No te avergüences de ti, eres único, solo sé tu mismo y conquístala—le doy un apretón en el hombro.

—Gracias Elena, te amo—me abraza—. Me adelantaré a ese chico tonto que sigue con ella—se aleja corriendo.

Continué mi camino y llegué hasta mi casillero para dejar mis libros. Hoy no usé mucho de ellos ya que no entré a clases. Mi notificación de mensaje me vuelve a la realidad.

Mamá
Elena, tenemos que hablar, quiero que llegues rápido en cuanto salgas

Ahora que tendrá que decir esta vez? Ya me imagino que nada bueno. Ojalá Louis aparezca en la salida para que me lleve, a mamá no le gusta esperar y se molesta mucho. Alguien se apoya en el casillero de al lado.

—Y bien?—levanto la mirada—. Lo averiguaste?

Este chico misterioso se aparece por todos lados.

Es el conserje, tonta.

Maldita sea. Sigue mirándome fijamente esperando mi respuesta.

—Estoy en eso, no me será muy difícil averiguarlo pronto—sonrío.

—Suerte con eso, Elena—sin más se aleja por los pasillos.

De alguna manera mi nombre se escucha mucho mejor cuando lo pronuncia él. Lo veo lejos limpiando las afueras, es mi oportunidad para lo que voy a hacer. Me escabullo rápidamente en su habitación de limpieza, todo parece en orden, recorro cada lugar buscando algo que pueda decirme sobre él.

Al fondo en una silla veo una mochila, la recuerdo, lo llevaba puesta el día que me llevó a casa. Me acerco para ver, se que no debería husmear cosas ajenas pero no me dejó otra opción. Lo único que encuentro es una libreta que no dice mucho, solo veo unos cuantos garabatos de fechas, su celular y audífonos.

Eso es todo? Vamos Elenita, algo más tiene que haber.

Maldita conciencia. Aquí no hay nada más. Por un momento se me pasó por la cabeza tratar de desbloquear el celular pero alejé esos pensamientos en cuanto escuché golpes en la puerta.

—Jaden!—escucho hablar a un hombre—. Hola? Estás ahí?

Dentro de unos segundos no vuelvo a escuchar esa voz. Me quedo sentada en el suelo pensando. Si no hubiera sido por ese señor que dijo el nombre no hubiera podido averiguarlo nunca. Así es como se llama.

Jaden.

Mi celular interrumpe mi momento de reflexión. Es Sophia.

—Hermana!

Elena! Dónde te encuentras? Por qué no estás entrando en clases? Te pasó algo? Necesitas mi ayuda?—hace mil preguntas.

—Cálmate Sophia, está todo bien, solo no quise entrar a algunas clases, Louis me quitó todo el ánimo en la mañana

Qué te ha dicho ese idiota, juro que lo enfrentaré en cualquier momento—su tono de voz va subiendo.

—No hagas nada, no quiero que mamá te comience a gritar a ti también por culpa mía—trato de calmarla.

Nada es culpa tuya, es del idiota, pero está bien, no quiero tampoco que tu tengas problemas por eso

—Gracias por entender, por cierto sabes algo sobre mamá? No te comento algo que quería decirme?—me sobresalto cuando veo la puerta abrirse.

No, nada, por qué? Te dijo algo?

Me paralizo en cuanto veo al propietario de la habitación entrando y mirándome fijamente enarcando una ceja.

Hermana? Sigues viva? Por cierto dónde te metiste?

Oh. Olvidé la llamada.

—Eh si si, luego te veo en casa, todo va bien, cuídate tengo que irme

Cuelgo rápidamente, él no deja de mirarme y me pone nerviosa.

—Yo, eh—no me salen las palabras. Siento como si hubiera hecho algo malo.

—Sabía que de todas maneras te volverías a meter aquí—ladea la cabeza esbozando una pequeña sonrisa.

Oh por dios. Esa sonrisa.

—Si, eh, perdona.

—No pasa nada—pasa por mi lado para sentarse en la silla—. Cuéntame, esta vez que haces aquí?

—Intentaba averiguar sobre ti, ya sabes—hablo con indiferencia.

—Y? Encontraste algo?—cruza los brazos.

—La verdad es que no—miento.

—Qué mal, ya lo averiguarás algún día—sonríe—. Y la primera vez que entraste no creo que fuera para saber sobre mí no?

Oh ya basta de sonreír. Es magníficamente adictivo.

—Escapaba de Louis, ya sabes el porqué—se me borra la sonrisa.

—Entiendo—se levanta y llega hasta mi—. Debe ser horrible lidiar con alguien como él, así que puedes escabullirte aquí cuando lo necesites, no tengo ningún problema.

—En serio?

—Quiero ayudarte, Blake.

Lo miro estupefacta, al verme sonríe otra vez. Le parece divertido el saber sobre mí verdad? Me vengaré.

—Debo irme—abro la puerta y volteo para mirarle fijamente a los ojos—. Gracias por la ayuda, Jaden.

Su expresión cambió completamente, se había puesto muy serio y fue ahí cuando salí con una sonrisa de superioridad.

Todo sobre ti: #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora