Elena
Trato de bajarme un poco más el vestido amarillo que llevo puesto. Camino directo a Louis que lo veo guardando sus cosas en el casillero.
—Estás consciente de que ayer me dejaste aquí esperando que aparecieras? Dónde estuviste?—pregunto desesperada.
—Lo sé, estuve saliendo con una chica, hoy si paso por ti—dice indiferentemente.
—Es tu culpa si los demás te ven saliendo con alguien más mientras estás supuestamente conmigo—trato de alejarme y me toma del brazo.
—Yo hago lo que quiero con quien quiero, sé cómo cuidarme, así que te recomiendo que tú te sigas portando como mi perra—me suelta fuertemente y se va.
Corro hacia el baño para que nadie pueda verme llorar. Juro que no lo soporto más. Decido perder una clase para quedarme aquí, no quiero verlo de nuevo. Escucho que la puerta del baño se abre.
—Hola?—es un chico—. Bien, no hay nadie.
Hago silencio hasta que decido salir.
—Qué haces en el baño de chicas?—pregunto curiosamente.
—Oh, tú de nuevo, vengo a limpiar—hace una pausa mirándome fijamente—. No deberías estar en clase?
Me quedo inmóvil mirándolo, se ve diferente, esta vez tiene el cabello suelto y visualizo las ondas rubias cayendo por sus hombros.
—No se supone que no deberías entrar aquí?—cruzo los brazos.
—Es mi trabajo limpiar, antes de eso pregunto si hay alguien dentro aunque se que a esta hora la mayoría está en clase—hace una pausa—. No has contestado a mi pregunta.
—Yo, eh, no quise entrar esta vez—agarro mi bolso—. Ya me voy para que puedas limpiar.
—No, espera, puedes quedarte, no tengo ningún problema—habla y comienza a limpiar los cubículos.
Asiento y veo mi reflejo en el espejo. No puede ser. Tengo los ojos rojos. Trato de limpiarme el rostro con agua.
—Te drogas?—él conserje pregunta inesperadamente.
—Qué? No, yo, eh...
—Estabas llorando—interrumpe.
Solo asiento.
—Qué fue lo que pasó?—pregunta en cuanto termina de limpiar y se sienta en el suelo apoyándose en la pared.
—No quiero contar mi vida a un desconocido—acoto.
—Créeme que la mejor manera de desahogarse es hablando con un desconocido, no le conoces de nada y es más fácil, aparte quiero que me distraigas, hoy tuve un día de mierda—da palmadas al suelo para que me siente junto a él—. Ven, te escucharé.
Sigue ahí esa extraña sensación de curiosidad, de alguna manera me da confianza con tan solo algunas palabras que hemos cruzado. Me siento junto a él.
—Mi supuesto novio, me trata mal todo el tiempo y lo peor es que no puedo hacer nada contra eso—dejo salir todo el aire que tengo contenido hace un buen momento.
—Lo que no entiendo es, por qué es tu supuesto novio?—me mira intrigado.
Al final le cuento toda la historia tormentosa sobre el matrimonio y la obligación de mi madre. Casi es reconfortante contarle como me siento a quien no conozco.
—Tu vida es terrible, no se me pasaba por la cabeza esa historia que contarías
—Ya, es muy terrible—agacho la cabeza.
—Al final que harás?
—Casarme, supongo que así es como terminará finalmente
—Ojalá que puedas resolver eso—se incorpora un poco para amarrarse el cabello.
—Y a ti qué te pasó?—pregunto recordando lo que dijo antes.
—Preferiría no hablar de eso—se pone muy serio.
Trato de no insistir. De un momento a otro me encuentro hablando con él sobre temas muy diferentes. Él cuenta sobre su trabajo y las miles de experiencias que le ha tocado vivir.
—Alguna vez te has escabullido por algún pasillo para escuchar alguna conversación?—pregunto curiosa mientras lo miro atentamente con las manos apoyadas en el mentón.
—No mentiré, pero es que esa conversación estaba muy graciosa, una chica le gritaba a su novio porque se enteró que salía con su madre—cuenta riéndose.
Tiene una sonrisa muy agradable y adictiva. Me contagia el sonreír, algo que hace mucho no podía hacer verdaderamente. Escucho el timbre indicando que es hora del almuerzo.
—Oh no, ya tengo que salir de aquí—se levanta.
—Hey, gracias por la charla, me ayudó muchísimo—le digo antes de que se vaya.
—Cuando quieras ahí estaré—antes de salir se voltea—. Adiós Elena.
Lo miro raro.
—Cómo sabes mi nombre?
—Recuerda que escucho los pasillos—se va.
Salgo del baño para verlo caminando algo lejos.
—Y tú? Quién eres?—grito.
—Averígualo!—grita del mismo modo y continua su camino.
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Todo sobre ti: #1
Roman d'amourElena no puede tomar sus propias decisiones y ahora tiene que enfrentarse a una complicada situación. Hasta que lo conoce y su vida cambia por completo, haciéndola conocer sobre la importancia de la vida, felicidad y amor.