08

13.1K 1.4K 130
                                    

Dos días eran los que faltaban para viajar a la residencia Kobayashi por órdenes del señor Matsubara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Dos días eran los que faltaban para viajar a la residencia Kobayashi por órdenes del señor Matsubara. Esperar para esta fiesta de negocio había sido una de las más estresantes y agotadoras de mi corta existencia.

Todas las cortesanas de la casa al enterarse de que sería la encargada de elegir a las tres chicas faltantes para la fiesta se habían convertido en ese lapso de tiempo en mi mismísima sombra.

Y entendía por qué la importancia de ir a una fiesta donde los invitados eran personas de dinero, era una oportunidad para ellas el salir por fin del distrito, el tener su propia vida sin tener que seguir las ordenes de los demás.

Ser libre.

Existía la posibilidad y la esperanza en ellas que alguno de los invitados se enamorara y las liberara.

Después de todo se dice que la esperanza es lo último que muere.

Pero si me preguntaran decir una palabra que definiera el tener a la mayoría de las jóvenes detrás de mi todo el día, sin duda alguna seria la palabra hipócrita.

La hipocresía de la gran cantidad de las cortesanas era algo que me desagradaba demasiado. Fingiendo amabilidad, sonrisas, timidez hacia mi persona siendo conscientes del rechazo y despreció hacia mi persona era algo intolerante.

Pero, como mi madre desde pequeña me enseño debía pensar lo mejor para el negocio y no por mi propio bienestar.

Solo debo pensar lo correcto para el negocio. Lo correcto.

- Gracias a todas por venir.

Y ahí estaba, enfrente de todas las jóvenes cortesanas quien me miraban curiosas por la decisión que llegue a tomar.

- No diré el discurso del cual están acostumbradas e iré directo a lo importante - dije en voz alta observando a todas las de la habitación -. Kimi, Rumi y Tara, son las cortesanas que asistirán a la fiesta que se llevará a cabo este 18 febrero. ¿Alguien tiene algo que decir? - silencio -, bien, entonces eso es...

- ¿Por qué Rumi?

La voz enojada de una de las jóvenes pregunto. No era difícil deducir que estaba molesta por mi elección.

- Estas dudando de mi elección Yuna, ¿Por qué piensas que la elegido?

- Sin duda esta celosa de no ser...

- ¡Silencio Rumi! - dije autoritariamente observando a la de cabellera castaña -, mientras yo esté hablando no debes interrumpirme, has entendido - Rumi afirmo -. Yuna, espero.

- Rumi, no es digna de ir. Aquí hay muchas jóvenes más talentosas y mucho más bella que ella.

- ¡Oye! - grito Rumi.

- ¡Rumi! - reproche a la joven -. Yuna, soy consciente de todos los talentos de cada una de ustedes. Elegir a Rumi no es por nada personal, solo lo hice por la prosperidad de la casa - finalice seria, el cual Yuna se mantuvo pensativa ante mis palabras -. ¿Alguien más tiene algo que decir? - silencio -, entonces pueden irse.

𝔻𝔼𝕊𝕋𝕀ℕ𝔸𝔻𝕆𝕊 || 𝐆𝐲𝐮𝐭𝐚𝐫𝐨 𝐲 𝐓ú || 𝐊𝐍𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora