12

9K 1.1K 298
                                    

Sonreí —

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sonreí —. Muchas gracias Sra. Chiba. Son muy hermosos los Kimonos, sin duda alguna le encantaran a nuestra Oiran.

— No es nada querida — dijo la anciana sonriendo —, sabes muy bien que puedes pedirme cualquier favor y con gusto lo hare.

Sonríe —. Entonces me retiro, aun tengo algunos pendientes que debo realizar. Con su permiso.

Las calles de la noche de hoy no estaban tan transitadas como se acostumbraba ver la mayoría de tiempo.

Caminaba por la misma ruta que conocía desde que tengo memoria hacia mi hogar, pero a comparación de las otras veces, hoy tenía compañía — Por favor, acaso piensa que no me he dado cuenta que me sigue — debía poner un alto rápido.

Me desvié un poco alejándome de la calle principal para ir hacia una de los callejones que daban a una de las tantas salidas del distrito.

Ya segura de que nadie estaba alrededor era el momento de enfrentarlo.

— Se que estas aquí Gyutaro — dije con voz tranquila, no dejaría saber que estaba nerviosa.

Me sobresalté un poco al verlo enfrente de mi tan repentinamente.

— ¿Cómo supiste que te seguía? — cuestiono con voz algo ronca.

— Crees que no me daría cuenta que una sombra me sigue por los techos — respondí con valentía.

— Entonces si ya sabias que te seguía ¿Por qué no me habías detenido antes?

La valentía que tenía unos momentos me abandono. Su pregunta hizo que mis palabras se fueran de mi voz, pero era cierto lo que me decía — ¿Por qué no lo enfrente antes?

— No había tenido tiempo para decírtelo — mencione pensativa —, sí, eso. Además, es algo incomodo, debes dejar de seguirme.

— Ah, ¿Por qué debería de obedecerte? — menciono algo molesto.

— Ya te lo dije, es incomodo que alguien te vigilé todo el tiempo. Escucha, se que no confías en mi totalmente y es entendible apenas nos conocemos, pero como lo dije hace tiempo no hare nada que los ponga en peligro. Daki, es mi mejor amiga, la quiero como si fuera una hermana para mí y tú eres su hermano, nunca haría algo que los perjudique.

Mis palabras eran lo mas sinceras posibles, Gyutaro solo se mantenía analizándome en silencio.

— Compruébalo.

— ¿Eh? comprobarlo — susurre —, pero, ¿Cómo lo hago?

— Si algo llegara a sucedernos a Daki y sin olvidarme a mí, tú serás mi alimento.

El ambiente se sentía algo pesado de lo normal y no podía dejar de sentirme como una pequeña presa en la mira de un depredador — ¿Cómo no hacerlo? — la mirada de Gyutaro era esa misma, analizándome como una presa y de cierta manera lo era, yo era la presa de un demonio.

Si su intención era asustarme de cierta manera lo estaba logrando pero que ni crea que lo dejare ganar, quiero a Daki y en ningún momento romperé las promesas que hemos hecho y mucho menos lastimar a sus seres queridos.

— De acuerdo — respondí segura de mis palabras y pude observar que de cierta manera se sorprendió a mi respuesta –—. Seré tu alimento si algo les sucede. Pero, quiero que tú también prometas algo.

Queja —. ¿Por qué debería?

— Porque es algo relacionado a Daki, y sé que eso la pondría feliz.

— ¿Qué cosa es?

— Tú y yo deberemos hacernos amigos, o por lo menos tratarlo — la cara de negación presente en su rostro era un claro no por su parte —. Daki quiere que ambos nos llevemos bien y si tú y yo fuéramos amigos eso la pondría muy feliz.

Suspiro —. Solo acepto por Daki.

— Lo sé, y ahora arreglado todo esto debo irme a llevar estos vestidos para Daki. 

Di media vuelta para comenzar a caminar hacia la calle principal, pero solté un grito pequeño al sentir que era cargada.

— ¡¿Pero qué crees que haces, Gyutaro!?

— ¿Qué si que hago? Te llevare con Daki.

— ¡Pero no es necesario que me lleves cargando!

— Pero debo ayudarte ahora que estamos intentando ser amigos — dijo comenzando a caminar —, eso es lo que haces con Daki.

— Si, pero…

— Si vamos por los techos llegaremos más rápido.

— Espe…

Cerré mis ojos rápidamente al sentir como el aire rosaba mi rostro, aun así, mi curiosidad por querer ver la altura en que nos encontrábamos me gano.

Nunca había estado a tan altura y aún más con cada salto.

Aun así, me daba miedo caerme así que con algo de vergüenza y temor rodeé mis brazos por el cuello de Gyutaro, a lo que él no dijo nada así que lo tomé como que no le molestaba.

— Ustedes dos, ¿Qué creen que hacen?

Daki, pregunto algo confundida por como habíamos entrado a su habitación Gyutaro y yo.

— La he traído — dijo Gyutaro, mientras se recostaba en algunos cojines.

— Daki, te he traído algo que te gustara.

Daki, sonreía y mencionaba palabras de agradecimiento por los nuevos Kimonos.

— ¡Muchas gracias, (T/N)!

— No deberías agradecerme solo a mi — conteste con una leve sonrisa —, deberías agradecer a Gyutaro, la idea de los colores para el Kimono fue suya.

Escuche como esté hizo un leve sonido de sorpresa ante mi comentario y Daki rápidamente fue abrazarlo y agradecerle.

Era una linda imagen ver a los dos hermanos.

Mientras Daki, la abrazaba, Gyutaro acariciaba su cabello.

Sin duda podía asegurar que ambos seriamos buenos amigos.

Sin duda podía asegurar que ambos seriamos buenos amigos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





♡♡♡

𝔻𝔼𝕊𝕋𝕀ℕ𝔸𝔻𝕆𝕊 || 𝐆𝐲𝐮𝐭𝐚𝐫𝐨 𝐲 𝐓ú || 𝐊𝐍𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora