25

6.6K 724 233
                                    

Daki

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Daki

— ¿Qué crees que estas esperando? Ve de una vez a verla.

Y ahí estaba yo convenciendo a mi tonto hermano ir a ver a (T/N).

— No creo que sea una buena idea, tal vez esta dormida.

— Y a ti desde cuando te importa que se encuentre dormida, no has dicho lo mismo las demás veces.

— Eh, acaso me estas espiando — gruño mientras se acercaba a mi amenazantemente.

— No es mi culpa verte en su habitación cuando yo vengo de terminar de comer — manifesté viendo mis uñas como si fueran lo más importante que su enfado —, pero regresando al tema original ve de una vez a verla no se que esperas.

— ¿Y por que no vas tu primero?

— Esa respuesta es muy simple mi querido Onii-chan, al ser la Oiran debo cumplir las reglas para que nadie sospeche de nuestra verdadera identidad, además no han de tardar esos humanos para satisfacer sus fantasías carnales — respondí mientras caminaba hacia la salida de mi habitación —, y, por último, si me entero que no visitaste a (T/N) te las veras conmigo Onii-chan.

La sonrisa de hermanita tierna no debía faltar en ningún momento cuando quería lograr mi cometido, por favor era imposible que Gyutaro me negara algo: más cuando se trataba de hacerme feliz.

— ¿Ustedes qué? ¡¿Acaso hice algo para que me miraran?! ¡Largo de mi vista idiotas!

Que molesto el siempre estar rodeada por los pasillos por estas cucarachas humanas, si fuera por mí ya estarían muertas. Espero que esta tortura de convivir con los humanos termine pronto y quien sabe, tal vez el surgimiento de un nuevo demonio.


Gyutaro

— Entonces tu madre si se molestó — declaro el padre de (T/N) —. Ya sabes como es ella, y debes de considerar que tendrá que trabajar el doble en tu tiempo de recuperación.

— Tal vez podría hacer una excepción para que tu lo ayudaras. Ya sabes a escondidas de las demás y solo las tareas básicas como el tomado de asistencia o incluso en el orden de los nuevos adornos, admito que tienes buen gusto padre.

— Gracias por el halago, sin embargo, ambos sabemos lo que tu madre piensa de los trabajos correspondientes para las mujeres como el de los hombres por lo que es imposible que me dejara ayudarla.

— Es un buen punto.

— Bueno, te dejo descansar. Debo acompañar a tu madre en recibir a los clientes y que no se olvide comer la fruta que te traje.

— No te preocupes papá, gracias.

El escuchar la conversación de
(T/N) con su progenitor fue algo bastante incomodo, pero no daría media vuelta y me iría para regresar después. No estaba para nada en mis planes, en realidad quería saber como se encontraba la humana.

𝔻𝔼𝕊𝕋𝕀ℕ𝔸𝔻𝕆𝕊 || 𝐆𝐲𝐮𝐭𝐚𝐫𝐨 𝐲 𝐓ú || 𝐊𝐍𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora