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— Shhh... Noa, Miyu, ¿Qué hacen aquí? — mencione en voz baja para no despertar a las chicas que dormían —, podrían explicarme, por favor.
Las pequeñas de cabellera negra sonreían nerviosamente.
— (T/N), es que te estábamos buscando — menciono Miyu.
— ¿Sucede algo, pequeñas?
— Es que, bueno, tuvimos una pesadilla — dijo Noa, asustada.
— Una pesadilla, ¿las dos tuvieron la pesadilla?
— Si, ¿podrías esperar junto a nosotras hasta dormirnos?
Era cotidiano que las gemelas hablaran al unisonó la mayoría del tiempo, siempre me impresionaba el cómo sabían las palabras exactas del momento.
Arropaba a las pequeñas ya recostadas en su Futón, mientras me miraban con somnolencia.
— Nos cuentas un cuento — mencionaron las pelinegras con voz adormilada.
¿Cómo no decirles un no a las gemelas de primavera? Parecían dos pequeños gatitos somnolientos.
— Muy bien — mencione sentada entre medio de las niñas —. Hace mucho tiempo existió un pequeño pueblo y aunque era pequeño era famoso por sus paisajes coloridos por la gran vegetación. En el pueblo vivía una joven muy querida por todos los habitantes del pueblo, siempre ayudando en lo que podía y jugando con los más pequeños. Ella era el rayito de luz del pueblo, siempre mostrándose felizmente con su característica sonrisa, pero lo que nadie sabía es que la joven al llegar a su casa toda esa felicidad que mostraba desaparecía.
— ¿Por qué? — pregunto, Noa.
— La joven por desgracia nunca conoció a sus verdaderos padres viviendo de esta manera con su tía. La tía de la joven era una señora muy mala — dije, a lo que las gemelas hicieron cara de enojo —, siempre poniendo a su sobrina hacer los deberes domésticos y ella sonreía divertida al ver a la joven como si fuera una sirvienta.
— ¡Que mala señora! — exclamaron despacio las gemelas.
Asentí con la cabeza —. Muy mala. Pero un día la joven conoció a un joven — pude ver como una sonrisa aparecía en el rostro de las menores —, y en ellos nació un nuevo sentimiento, amor. Ambos jóvenes se enamoraron a primera vista y desde ese momento todo cambio. Los jóvenes comenzaron a tener conversaciones todos los días y cada vez ellos estaban seguros que querían pasar sus vidas juntos, siendo así el joven que dio el primer paso para que ese sueño se hiciera posible; pidiéndole su mano en matrimonio. Sin embargo, la tía de la joven estaba en contra del matrimonio de los jóvenes enamorados, desde ese momento la tía le prohibió salir a su sobrina, mintiéndole al joven de que la joven lastimosamente escapo con un joven de un pueblo lejano. Lo que la tía no sabia era que el joven enamorado era un emperador muy poderoso y él fue con sus guardias para que buscaran a doncella que tenía ganado su corazón. Gracias a los dioses la joven y el joven emperador se reencontraron, jurando el joven que protegería y la amaría por el resto de su vida — finalice el cuento.
