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¿Cómo era posible que una noche de celebración terminara en una noche en desgracia?
Escuchaba como los integrantes de mi familia intentaban silenciar sus sollozos; los cuales eran imposibles.
Podía sentir la presencia de los demonios. Sus presencias sin duda alguna eran intimidantes, peligrosas.
No sabía cuántos eran después de todo mi visión era nula, solo miraba oscuridad. Me habían cegado. Sin embargo, estaba segura de que ellos nos vigilaban para no intentar escapar. Desde que nos había atrapado aquella demonio solamente habíamos visto y escuchado a ella, por otro lado, siempre estaba haciendo comentarios con alguien más, aunque este nunca contestaba.
—¡Ya viene! ¡Ya viene! ¡Ya viene! El líder esta por llegar costales de alimento — rio —. Será mejor que se comporten si quieren por lo menos vivir unos minutos más.
Líder. Entonces tienen alguien que les da indicaciones. De un momento a otro los sollozos se detuvieron escuchando solamente en el lugar las carcajadas del demonio femenino.
—¡Por fin, por fin han llegado! ¡Y miren lo que encontré, sí, yo solita los encontrado! ¡Verdad que soy la mejor depredadora existentes jefe! — con voz infantil y emocionada dijo.
—Hiciste un gran trabajo pequeña Inori. Dime, ¿tuviste alguna complicación en la hora de cazarlos?
—Hummm... no, para nada, soy una gran depredadora, y una gran depredadora debe conocer siempre su territorio de caza, aunque... fue extraño.
—¿Extraño? Explícate.
—Cuando cazo a los humanos siempre corren a la salida principal, nosotros sabemos que los humanos siempre huyen por la primera puerta que ven en este caso la entrada principal de este lugar lo que también conocemos como la salida principal ¿verdad? Nosotros sabemos que es lo mismo, pero ellos olvidan que no lo es por eso...
—Inori te has desviado del tema principal.
—¡Ah, sí, sí, lo siento! — rio —. ¿Dónde me quede? ¡Ya recordé! Como estaba diciendo ellos no corrieron a la salida principal, los costales de alimento corrieron hacia la salida que está detrás de la residencia, y eso no es todo, ellos se escondieron en el almacén, ¡el almacén con las Glicinas! Es muy extraño ¿verdad?
—Así que se escondieron en el almacén... si, es demasiado extraño. Veo que aún no se les pasa el veneno.
—No, pero no tardara en desaparecer por completo, además no coloque tanta de mi sangre en sus ojos, solo muy poquita, así que creo faltarían... hummm, veamos... unos diez, o tal vez cinco minutos para que ya desaparezca por completo de ellos. ¿Se hubieran imaginado que colocara una gran cantidad? Seguramente ya no estuvieran vivos y estuvieran echados a perder, ¡Que asco! Odio comer los alimentos echados a perder, están desagradable. ¿Y ustedes?
