𝔻𝔼𝕊𝕋𝕀ℕ𝔸𝔻𝕆𝕊 || 𝐆𝐲𝐮𝐭𝐚𝐫𝐨 𝐲 𝐓ú || 𝐊𝐍𝐘

24

— Tu humana madre es una idiota.

— ¡Daki!

— ¿Qué? Solo menciono lo que pienso. No tiene nada de malo.

— Aun así, es mi madre.

— Tu misma lo dices tu madre, eso no significa que deba de quererla — se quejó —, e independientemente querer conseguirte esposo sin tu consentimiento están molesto.

— No puedo quejarme son una de las tantas reglas de la familia Mochizuki y al poseer el apellido debo honrar sus normas.

— Entiendo tus reglas familiares y debo admitir que el permanecer con el apellido de parte de las mujeres es algo bastante interesante. Pero tener que casarte con alguien que no quieres y peor aún con un cazador, no. Eso sí que no lo acepto.

— Entiendo tu punto, es mi responsabilidad casarme para heredar la casa Kyogoku y así seguir con el linaje de las mujeres Mochizuki — suspiro —. Pero el casarme con alguien que no ame, están desesperante.

— Lo bueno es que aún falta para que cumplas los 20 años eso significa que tienes tiempo de encontrar al indicado — sonrió mientras caminaba a la salida de la habitación —. Aunque nunca se sabe. ¿Qué tal si el amor ya está enfrente de ti?

Suspire —. No lo creo.

Después de haber tenido la conversación con Daki hace unas horas, comencé con las mismas tareas cotidianas en la casa — sin antes olvidar dormir las horas correspondientes de descanso — lo bueno de todo esto es que termine y más temprano de lo que tenía previsto por lo que no creo que se mala idea salir a pasear un poco al bosque. Con un poco de rapidez, pero con precaución para no ser descubierta fui hasta mi habitación: vistiéndome con el Kimono más sencillo posible. Sería imposible que después de ser tan cuidadosa caminando por los pasillos de la residencia alguien me atrapara en mi escapada para pasear, parecia que los dioses estaban de mi lado para conseguir mi meta, sin embargo, pareciera que no pedí con intensidad por que al estar a uno metros de la salida de la residencia me encontraba en el suelo provocando un sonido estruendoso.

— No puede ser posible — me queje, pero al momento de querer levantarme sabía que algo andaba mal.

De estar tranquila la desesperación se apropió de mi al no poder ponerme de pie del suelo. Intentaba repetidamente el levantarme, pero era imposible sin mencionar el dolor que era insoportable al poner soporte en mi pie derecho.

— ¡(T/N)! ¡¿Pero que paso? ¿Puedes levantarte?! — menciono preocupado mi padre.

— No, no puedo y no soporto el dolor de mi pie — gruñi de dolor. 

Del suelo, ahora me encontraba siendo cargada en los brazos de mi padre con dirección a mi habitación. Sin duda estaba en problemas.

— ¿Y bien?

— Señora, su hija tiene un esguince de tobillo por eso el dolor. Lo bueno es que no se ve que sea grave.

— Entonces que nos recomienda para su mejora.

— Primeramente, necesito que le cambien los vendajes cotidianamente, también que le coloquen su pie en agua fría y a temperatura ambiente, e colocado este pedazo de madera con la ayuda de estas cuerdas para que se mantenga ajustable, necesito que en este tiempo no se lo quiten, se me olvidaba lo más importante — sonrió el curandero viendo hacia mí —, necesito que te mantengas en reposo de 10 a 15 días aproxi...

— ¡¿Qué?! ¿No cree que es mucho tiempo?

— Si quiere que su hija este recuperada por completo debe acatar las indicaciones.

— No se preocupe, estaremos cumpliéndolas como fueron indicadas — contesto mi padre.

— Eso espero. Si necesitan algo más ya saben dónde encontrarme, nos vemos.

— Déjeme lo acompaño a la salida.

— Muchas gracias, recuerde 10 a 15 días.

El ambiente de la habitación cambio a uno completamente diferente ahora que estábamos mi madre y yo solas; se miraba sin esconder su molestia.

— Ahora ya estamos solas hija mía, me dirás lo que paso en realidad.

— Ya se los dije, solamente me tropecé con lo largo del Kimono y caí — mencioné. 

— Lo volveré a repetir por última vez, sí. ¿Qué paso en realidad?

— Ya se los dije madre, me trope...

— ¡Ya deja de mentir y dime de una maldita vez la verdad, (T/N)! ¡Estoy cansada de que me digas la misma mentira, no eres una niña para que estes con tonterías así que empieza actuar como la sucesora de la está casa! ¡Lo diré por una última vez, si! ¡¿Dónde diablos estabas (T/N)?!

Escuchar los gritos de mi madre y aun siendo dirigidos a mi persona fue algo que creí que nunca más pasaría. Que equivocada estaba. Pero aun así con toda la frustración que sentía no podía permitirme soltar una sola lágrima, fue en ese momento cuando confese — en todo momento mirando el suelo —, no tenía el valor suficiente de ver a mi madre a los ojos y finalmente después del silencio incomodo que se formó solamente sentí como me abrazaba.

Estos cambios en su comportamiento eran impredecibles al enojarse, pero un abrazo era mucho mejor a mis antiguos castigos.

— Lo siento hija, sabes que no era mi intención el gritarte solo es que tú sabes — suspiro —. Me preocupaste, eres mi única hija como no preocuparme que te suceda algo y más cuando te he prohibido ir al bosque sabes muy bien lo peligroso que es ese lugar.

— Pero...

— Nada de peros, promete que no volverás a ir a ese lugar y no me importa que vayas acompañada de la persona más fuerte, un no es un no. ¿Entendido?

— Si madre.

— Perfecto — hablo separándose de mi —. Es momento de irme hay mucho que hacer y más aún que estaré sola ocupándome de las tareas de la casa. Descansa hija. 

Hola mis querido lectorxs. Los extrañe mucho. ¿Cómo estan todos? espero que todos esten bien. 

Aquí les traigo el nuevo capítulo de está historia, espero les guste. Y ha como estoy escribiendo el próximo capitulo espero poder subirlo el día de mañana, esperemos que todo salga bien. 

Vuelvo agradecer por su apoyo a la historia en serio no me cansare de agradecer por su apoyo me hace una persona muy feliz el saber que les gusta la historia y mi forma de escribir, aaawww los quiero mucho. Hasta aquí mi aviso, nos leemos luego y los quiero mucho lectorxs♡♡♡♡♡♡