Capítulo 33

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  Una vez que Harry comprendió las cosas que podían ser de su conocimiento y que hizo todas las preguntas que necesitaba, se relajaron, cenaron tranquilamente y se permitieron disfrutar del momento.

Draco y Hermione dedicaron varios minutos de su tiempo a burlarse de Harry debido a su falta de comprensión, pero la situación resultó sorprendentemente agradable. Los tres chicos percibieron rápidamente que era tiempo de dejar sus diferencias de lado y los demás les concedieron disfrutar de esta nueva perspectiva ante la que se enfrentaban.

Cuando la noche ya había avanzado demasiado decidieron que era momento de descansar, Narcisa y Bellatrix partieron a casa de esta última mientras que los demás subieron a sus habitaciones. Para sorpresa de todos, Harry escogió la que se encontraba entre Hermione y Draco.

Al día siguiente, como mencionaron la noche anterior, visitarían las propiedades señaladas en el testamento de Sirius.

—Potter, lamento informarte esto, pero no podrás acompañarnos, no por ahora al menos—informó Narcisa— es preciso que entiendas esto, pero tu tiempo llegará en algún momento.

—Lo entiendo, no se preocupen—dijo el chico—solo quería preguntarles una última cosa, ¿es posible me permitan tener algún recuerdo de Sirius?, si no es mucho pedir.

—Por supuesto que no, se te hará llegar un paquete en cuanto sea prudente.

Y así el joven desapareció por el mismo lugar en el que llegó, el fuego rodeó su figura y rápidamente se extinguió.

La realidad era que la participación de Harry complicaba un poco las cosas, debían tener más cuidado del normal y aunque Narcisa llevaba tiempo analizando al chico no pudo evitar notar ciertas actitudes que la hacían pensar en su situación. Había conocido a sus padres en sus años de estudiante, siempre tan alegres, rodeados de gente que los amaba. Pero Harry era un ser solitario. Y sentía pena por él.

No podía evitar colocar a su hijo en una situación similar, la vida los posicionaba en lugares opuestos de la guerra y aun así eran tan parecidos. Además, parecía que Draco por fin se llevaba bien con él. Por primera vez en años pudo ver a su hijo desenvolverse con naturalidad frente a chicos de su edad y ella haría todo lo que estuviera en sus manos para mantener esa ilusión.

—Primero iremos a la cabaña de Draco, tengo un traslador que nos guiará hasta las montañas, de ahí tendremos que caminar un poco hasta encontrarla—dijo Bellatrix.

El objeto era una hermosa cadena de plata que cada ciertos eslabones tenia grabado el emblema de la familia Black, lo que indicaba que su único propósito era acercarlos a ese lugar. Lo tomaron delicadamente y súbitamente se encontraban en un bello claro en las profundidades de los bosques de Europa.

—Estamos a unos kilómetros de Hermitage, cerca de Dunkeld—aclaró Bellatrix—Nos restan aproximadamente cinco minutos de viaje a través de ese sendero—señaló al norte y avanzó por un estrecho camino de piedra casi imperceptible.

De un momento a otro se detuvo, colocó su mano sobre una roca con destellos esmeralda y en esta aparecieron pequeños puntos que formaron la constelación por la cual había sido nombrada

Toujours Pur, Bellatrix Black—dijo ella— es el lema de la familia, significa "siempre puro", así me permite la entrada al decir mi nombre.

Narcisa siguió sus pasos y después atravesó un portal invisible desapareciendo de la vista de todos. Pero sorprendentemente su voz seguía escuchándose.

—Ya está Bella, puedes continuar.

—Muy bien, lo que haremos ahora será permitirles la entrada a ustedes, se necesitan dos miembros de la familia para realizar este cambio, por eso Cissy está dentro.

Lista para esto. Fleur y Tonks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora