Capítulo 46

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  Los anillos brillaban pulcramente en sus manos entrelazadas cuando regresaron a Grimmauld place. La reunión en la madriguera había comenzado ya tiempo atrás y estaba claro que iban retrasadas, no se preocuparon por eso.

Entraron a la casa y se dirigieron a la cocina, donde podían escuchar claramente que su familia se encontraba en una amena charla. Tomaron asiento casualmente, sin decir palabra alguna y fingiendo que ponían atención a cualquiera que fuese el tema del que hablaban los demás.

Draco y Bellatrix estaban casi completamente listos para disfrutar la noche. El chico vestía una camisa azul cielo, con los botones de arriba abiertos descuidadamente, un pantalón de mezclilla gris con algunas rasgaduras que lo hacían ver un poco más casual, botas de combate y una gabardina oscura que reposaba en el respaldo de su silla, se veía muy guapo.

Bellatrix por el contrario, no había dejado de lado su característica elegancia, portaba uno de sus corsés, aquel con el fondo palo de rosa y adornos de encaje floral negro, un pantalón oscuro de piel que resaltaba sus curvas y unas botas de tacón alto. Fallando así, con la misión de pasar desapercibida.

Las recién llegadas mantuvieron sus manos sobre la mesa, aun unidas, Remus les guiñó un ojo en aprobación pero no dijo nada, la conversación entre él, Bella, Narcisa y Draco seguía su curso. Bellatrix fue la primera en notar algo extraño, cuando se puso de pie, inclinándose sobre la mesa con ambos codos y dejando sus caderas al aire, vio por el rabillo de su ojo las enormes sonrisas que portaban las chicas, entonces les puso más atención, sin abandonar la posición que tenía.

Levantó una ceja cuestionándolas, Tonks imitó su gesto pero ninguna palabra fue dicha. Las repasó rápidamente y cuando encontró lo que buscaba, imitó la sonrisa que ellas mostraban.

—No puede ser—dijo alegre, mientras corría a estrecharlas entre sus brazos.

Fue una posición un poco incomoda, pues al estar ella de pie, Fleur y Tonks se vieron apretadas contra su pecho. Fleur tuvo un pensamiento muy extraño que incluía a cierta castaña, pero lo dejó pasar.

— ¿Qué pasa?—preguntó Draco un tanto confuso.

Ninguna contestó y Remus fingió estar igual de confuso ante la situación. Narcisa se puso de pie y tomó las manos de ambas brujas de un tirón, aun sobre la espalda de su hermana, analizó cada anillo y fue en ese momento que la comprensión cayó sobre Draco.

— ¿Es enserio?—preguntó el rubio no tan sorprendido.

—Muy—respondió Tonks aun entre los brazos de su tía.

La felicidad los rodeó de nuevo y nadie la contuvo. Fleur y Tonks se vieron aplastadas por el cariño apabullante de su familia y las felicitaciones no se hicieron esperar, era un momento realmente emotivo.

—Bueno bueno, creo que ya fue suficiente por ahora y aún tenemos una reunión a la que asistir—dijo Fleur tratando de alejar la atención de ellas—ya habrá tiempo para festejar.

O eso pensó.

Las chicas subieron rápidamente a su habitación para cambiarse, llevaban un vestido negro muy similar, con una falda de tul brilloso que caía solo unos cuantos centímetros debajo de sus rodillas donde solo un poco más al sur unas zapatillas negras abiertas y de terciopelo adornaban sus pies, la parte de arriba simulaba un corsé, con pequeños holanes sobre el marco del pecho, la única diferencia entre ambos eran algunas florecillas tejidas por todo lo largo del vestido, las de Fleur eran azules y las de Tonks purpura.

Cuando bajaron de nuevo, Bellatrix y Draco ya habían sido sometidos a la lluvia de pociones y hechizos de glamour, se parecían mucho a Fleur, tal vez un poco como Danielle o Gabrielle, pero el resultado era satisfactorio.

Lista para esto. Fleur y Tonks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora