Capítulo 49

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— ¿Estas segura de esto?—preguntó Fleur.

—No, no lo estoy, pero no es como si tuviéramos otra opción.

Ambas chicas se encontraban dentro del ministerio, camino a los elevadores. Tonks llevaba a la rubia sujeta firmemente de la mano, caminaban con tranquilidad, seguras de sí mismas y como si no tuvieran parte del futuro del mundo mágico en sus manos.

El plan era sencillo, Tonks acompañaría a Fleur hasta la oficina donde se encontraban las carpetas, esperaría afuera mientras la rubia se encargaba, después irían al lugar de trabajo de Tonks, donde Fleur esperaría a que la peli rosa fuera por su parte la misión y si corrían con suerte, encontraría el guardapelo.

Nada complicado, o eso creía.

Entonces, tomaron el elevador, permitiendo la entrada a tres personas más, se colocaron en el fondo, tratando de pasar desapercibidas. Fue ahí cuando ambas lo sintieron, aquel extraño cosquilleo detrás de la nuca, instintivamente se llevaron la mano a esa parte, tratando de tranquilizarse.

Fleur lo notó primero, casi no conocía a ningún compañero de su prometida, pero esa extraña mujer frente a ella, que volteaba imperceptiblemente cada cierto tiempo, tenía algo, algo que no sabía identificar.

Los otros dos tipos actuaban extraño, su cuerpo temblaba ligeramente y evitaban cruzar miradas excesivamente, como si temieran algo.

La mujer volteó con la clara intención de decirles algo, entonces uno de los hombres la tomó del brazo impidiéndoselo, fue cuando Tonks intervino.

— ¿Sucede algo, Runcorn?

Y antes de que pudiera contestar, Yaxley y el otro hombre se vieron concentrados en una pequeña disputa, bajando ambos en un momento aleatorio, no le prestaron atención, la mujer aún era más importante.

Pero por obra del destino, Umbridge apareció frente a ellos y el aire se tornó pesado, como si las otras cuatro personas en el ascensor estuvieran conteniendo el aliento.

La mujer no llevaba puesto el guardapelo, lo cual implicaba una gran probabilidad de que estuviera en su oficina, eso emocionó a Tonks.

Umbridge le recordó a Runcorn que debía bajar y se dirigió a la mujer desconocida.

—Mafalda ¿te unirás a mí?

Mafalda Hopkirk, como después supo Fleur que se llamaba, las miró angustiada, se excusó rápidamente y bajó en un piso extraño, dejando a las tres solas.

—Nymphadora—comenzó la bruja cara de sapo— ¿no te han llamado a juicio?

—No madame—contestó Tonks escuetamente.

—No me sorprende, tu status sanguíneo está en constante escrutinio, varios miembros del juzgado han abogado por tu caso debido al apellido de tu madre, pero yo no estaría tan tranquila, después de todo, tu padre será investigado muy pronto.

Tonks iba a replicar, tenía tantas ganas de lanzarse contra aquella mujer, pero el suave toque de Fleur en su costado la tranquilizó, fue ahí cuando se dio cuenta que no era el momento y prefirió aprovechar la situación.

— ¿Ha tenido mucho trabajo estos días, Dolores?

—Solo el necesario, alguien tenía que hacer algo—respondió inflándose el pecho.

—Comprendo, su oficina debe sentirse solitaria sin usted ahí—comentó astutamente.

—Extraño mi espacio, si, casi no me puedo dar el lujo de escapar de los tribunales—soltó como si fuera cualquier plática—pero es satisfactorio realizar bien mi trabajo.

Lista para esto. Fleur y Tonks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora