Capítulo 34

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— ¿Y entonces?

—Esa es la misión del chico, deberá cumplir mis órdenes—dijo él con aquella voz de serpiente— en unos días regresa a Hogwarts, será más sencillo cuando Draco esté en el colegio.

—Pero es una locura, estás demente.

—No te atrevas a hablarme de esa forma, he tenido consideración contigo y la que se hace llamar tu familia, pero si alguno se atreve a contradecirme, no tendré piedad.

—Lo lamento—respondió ella cautelosa— debes comprendernos, él es solo un niño, queremos protegerlo.

—Exactamente porque es un niño nadie sospechará de él, además, no está solo.

— ¿A qué te refieres?

—No le negaré la ayuda, ustedes pueden hacerlo como deseen, pero la tarea debe estar hecha antes de que termine el ciclo escolar, de preferencia lo más pronto y por él.

—Comprendo, ¿podemos intervenir?

—Solo si es necesario, ahora, tráeme al chico para que hablemos.

Asintió cuidadosamente y salió de la habitación encontrándose de frente con Bellatrix y Narcisa quienes esperaban ansiosas las nuevas malas noticias.

—Quiere verlo, es hora.

——————

Tres días antes del inicio de clases la familia decidió tomarse un descanso, llevaban casi dos semanas buscando una manera de ayudar a Draco con su misión, tenían ya varias opciones pero cualquiera de ellas era más arriesgada que la anterior.

—Ya no se preocupen, yo veré la manera de hacerlo—dijo el rubio mientras tomaba asiento en el comedor de la casa de Tonks.

Después de la visita, la metamorfomaga decidió que era hora de planear un futuro con su novia, de esta manera, habían estado trabajando con la mudanza y redecoración de su nuevo hogar a la par que buscaban soluciones para lo de Draco. Ese día, todos escogieron pasarlo ayudando a las chicas.

—Es que no entiendo, es una maldita locura ¿por qué tendrías que matarlo tú?—Bellatrix maldecía más frecuentemente desde que Hermione se había ido a la madriguera— hay decenas de mortífagos que desean hacerlo, me incluyo en ellos. Y él va y te deja la tarea a ti.

— ¿Crees que no soy capaz?

—Por supuesto que lo eres, pero no deberías cargar con tanto peso sobre tus hombros.

—No me importa, solo quiero que termine esto y si se debe hacer, se hará.

La verdad era que si le importaba, dos noches atrás, el rubio se había quedado en casa de su prima y tras pasar el rato hablando de todo y de nada, él les había confesado cuanto temía llevar a cabo las órdenes del señor oscuro, para después rogarles a ambas que no rebelaran sus miedos ante los demás.

—Bueno, de cualquier forma todos vamos a estar al pendiente, la orden ha puesto más vigilancia y me ha mandado a Hogsmeade a hacer algunas rondas—dijo Remus—estaré muy cerca de ti por si me necesitas.

—Nosotras también, Dora irá con los aurores y yo... a mí me da igual donde deba estar, de cualquier forma sospechan de mí—agregó Fleur. —continuaremos con nuestras reuniones frecuentes, te veremos fuera del castillo cada que sea posible.

—No hables con Potter—añadió Bellatrix— y si es posible tampoco con Hermione, no hay que inmiscuirlos más en esta situación.

—Sobre eso—Draco buscaba la manera de contarle a su tía lo que había pasado sin alertarla—creo que es un poco tarde.

Lista para esto. Fleur y Tonks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora