Capítulo 4

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—Querida, ¿gustas otra taza de té?—preguntó la señora Weasley que siempre trataba de ser una anfitriona ejemplar.

Habían llegado a la madriguera hace menos de una hora y Molly los esperaba a todos en el jardín con una clara muestra de preocupación en su rostro, después de analizarlos a todos detalladamente pudo tranquilizarse un poco y los condujo a la cocina donde un gran desayuno esperaba por ellos.

—Gracias Molly, me vendría muy bien—respondió Tonks amablemente.

—Deberías contactar a tu madre, hace unas horas vino por aquí para preguntar si ya habían regresado.

—Lo haré en seguida, discúlpenme un momento.

Tonks se dirigió a la chimenea rápidamente y arrojó los polvos Flú dentro de ella, sin demorar un segundo mencionó las palabras "casa de los Tonks" y asomó su cabeza entre las llamas verdes.

Encontró a su madre con un semblante preocupado del otro lado.

—Tranquila mamá, estoy bien, no ha pasado nada grave. –dijo Tonks antes de que su madre soltara alguna pregunta.

—Me tenías muy preocupada, he escuchado muchos rumores sobre lo que sucedió, me alegro demasiado que estés bien—su madre hizo una pequeña pausa y después de meditarlo unos segundos preguntó algo para lo que Tonks ya estaba preparada— ¿Los viste? ¿A alguno de ellos?

La metamorfomaga sabía que su madre no se refería a los seguidores del señor tenebroso, era obvio que no podía soltar los nombres así como si nada, cualquiera de los Weasley podría estar escuchando del otro lado.

—He visto al pequeño, estaba muy preocupado, parece ser que su padre anda metido en algunos asuntos turbios y teme por ella. Nos pidió que la cuidáramos, deberías contactarla.

—Gracias por avisarme hija, le escribiré enseguida—dijo Andrómeda con el gesto de preocupación ocupando nuevamente su rostro.

—Si no te molesta estaré un rato más en la madriguera, me gustaría ayudar a Molly con los niños ya que Arthur ha tenido que partir al ministerio.

—Claro que no pequeña, me encanta que seas de ayuda por allá, te mantendré informada por cualquier cosa—su madre se acercó un poco más a la chimenea y con mucho amor puesto en su mirada anunció su despedía—te quiero mucho Dora, cuídate.

Antes de poder entrar de nuevo a la cocina se encontró con Charlie esperándola en el pasillo.

—Su padre estaba ahí ¿no es así?—preguntó el pelirrojo—me refiero a dentro del pequeño grupo de mortífagos.

Y con un bufido Tonks respondió.

—Todo apunta a que si, Draco estaba muy preocupado por su madre, tal parece que hay muchas cosas pasando en la mansión, sólo espero que no sea nada grave.

—Tranquila Dora, ellos estarán bien.

—No te imaginas cuanto espero que eso sea verdad.

Charlie la envolvió en un abrazo tranquilizador mientras pasaba una mano por su cabello. Justo en ese momento la matriarca de los Weasley salió de la cocina y los miró a ambos con una ceja alzada. Ella tenía muchos años pensando que entre los jóvenes existía algo más allá de una amistad. No podía estar más equivocada.

—Querida, ha llegado una lechuza para ti, parece ser que es de Moody—dijo Molly mientras le estiraba un pequeño sobre a la metamorfomaga.

En cuanto se separó del abrazo Tonks abrió el sobre y comenzó a leer lo que decía la carta.

Lista para esto. Fleur y Tonks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora