Lista para esto. Fleur y Tonks.

Capítulo 51

  Este reencuentro cambió totalmente la dinámica familiar, a partir de ese día el centro de reunión fue la cabaña, casi todos trasladaron sus ocupaciones y las acoplaron al nuevo entorno, fueron las tres semanas más maravillosas.

Sobre la boda, ¿era correcto adelantarla ya que los chicos estaban aquí? Todos opinaban que sí, incluso Fleur. Tonks suponía que tener más gente presente la emocionaba y eso le dio una idea.

El evento estaba planeado para la familia solamente, Bella, Narcisa, Remus, Draco, Harry, Hermione y los padres de Tonks, tal vez podría agregar a Charly a la lista, incluso Ginny sonaba bien, pero algo le decía que tenía que hacer lo posible por traer a Gabrielle en ese día tan especial. Solo debía encontrar la forma más segura de incluir a estas personas a los invitados.

Así que recurrió a su elemento de mayor confianza. Remus. El licántropo confirmó que era una buena idea y entonces se dedicaron a buscar formas seguras y sencillas de trasladar a alguien a la cabaña, tardaron más de lo previsto y se encontraron con el inconveniente de que no conocían el total funcionamiento de las protecciones. Así que Tonks recurrió a su segundo elemento de mayor confianza. Bellatrix.

En realidad, Tonks confiaba totalmente en su familia, pero sabía identificar quienes eran más útiles para unas cosas que para otras, o eso creía.

La mortífago se burló al ver la desesperación de ambos y aclaró que si hubiesen acudido a ella desde un principio, no le hubiera tomado más de una hora solucionar su problema.

El punto era tan sencillo como conectar la chimenea de otra propiedad Black a la de la cabaña y protegerla con Runas, permitiendo solamente el acceso a las personas involucradas. Bella tuvo la mayor parte resuelta casi inmediatamente, solo debían esperar a que las personas se presentaran para completar el ritual.

Así que las invitaciones fueron enviadas dos semanas antes de la fecha establecida.

Era una tarjeta sencilla, con flores azules alrededor y letra color morado, el fondo era crema, algo muy sencillo pero elegante.

La invitación de Charlie, llevaba consigo una carta explicándole la situación y pidiéndole total discreción sobre el asunto, además, incluía una petición poco común para arribar días antes y así poder practicar el traslado de aquellos invitados extra.

Los días fueron pasando poco a poco, con los chicos disfrutando de los jardines y ayudando en todo aquello referente a la boda, lo cual era un pequeño caos.

Fleur, como toda niña, había planeado su boda desde hace mucho tiempo, era una ceremonia de ensueño, sacada de un cuento de hadas, con un guapo novio en traje de príncipe y ella en un hermoso y sedoso vestido blanco de princesa.

Claramente tendría que haber ciertos cambios. A este punto ya había sepultado la idea del príncipe azul, pero una princesa era mucho más interesante en esta perspectiva. De hecho era el cambio más significativo e importante.

Asimismo se aferró a la idea del vestido blanco y súper lujoso, Narcisa la había ayudado en este pensamiento y juntas diseñaron el vestido perfecto, se encargaron de enviarlo con un amigo de Narcisa que era diseñador, según la bruja, él era súper discreto y confiaba totalmente en que no alardeara de realizar aquel significativo elemento, el hecho de que se encontrara a kilómetros de distancia en un recóndito lugar de España, también las relajaba un poco.

A este paso, el vestido era lo único que Fleur había establecido y de lo que podía desprenderse. Ella tenía millones de ideas en mente y le alegraba que su prometida le diera libre albedrio, sumándole el hecho, claro, de que no tenía un presupuesto ajustado, al contrario.