Capítulo 11

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- ¿Seguro que no se te antoja acampar con nosotros? -gritó Glory por encima del ruido ensordecedor de una cama de aire en pleno inflado -. Ya dejó de llover. Y el aire fresco te vendrá bien para los pulmones.

Se encontraban en la sala, aún con cajas por vaciar, y observaban a través de las puertas corredizas de cristal los esfuerzos de Beau por montar una tienda de campaña color caqui de proporciones gigantescas.

- Segurísimo - a Melody le entraron ganas de reír ante la sola idea. ¿A quién pretendían engañar sus padres? Pijamas de cachemir, tienda de campaña con capacidad para ocho personas, sábanas de lino italiano sobre las camas de aire, brochetas coreanas de ternera de un establecimiento de comida para llevar, una garrafa de mojitos y un reproductor de DVD con la primera temporada de Lost... No parecía exactamente un camping normal. Era como si Melody se metiera en la boca el tubo de escape de un autobús en Los Angeles y lo tomara por un inhalador.

Además, tenía planes. En cuanto Candace se marchara a reunirse con su tercer chico de la semana, Melody entraría a hurtadillas en su habitación con una bolsa de palomitas con sal y azúcar para ver su programa favorito: The biggest loser ( << El perdedor más grande >> , el reality de obesos). Sólo que no se trataba de un programa de televisión, ni de una cuestión de sobrepeso. Se trataba de una chica llamada Melody que se había enamorado de un chico súper lindo pero impredecible, y que se encontraba sola una noche de sábado clavando la vista en la ventana del chico. Por tercera noche consecutiva.

- Me piro, vampiro - anunció Candace, presentándose ante su familia con un minivestido casi transparente, con un hombro al aire y un estampado de los sesenta, a manchas color púrpura, azul y blanco. Los botines plateados dejaban medianamente claro, por si alguien llegara a dudarlo, que no era una chica de por allí.

- ¿Qué tal el pelo? - preguntó mientras se ahuecaba los suaves rizos de su cabello rubio -. ¿Demasiado sexy?

- ¿Alguna vez te fijas en lo que dices? - preguntó Melody sin poder reprimir una risita.

- Voy a salir con Jason. Es << lista B >> total - explicó Candace, que se volvió a aplicar brillo en los labios -. No quiero darle una impresión equivocada. Sólo pretendo poner celoso a Leo.

- Va a ser el vestido el que le dé la impresión equivocada - comentó Beau mientras entraba desde el jardín -, y no el peinado - su forro polar gris acero de Prada estaba salpicado de briznas de hierba -. Y ahora, sube a tu cuarto y termina de vestirte.

- ¡Papá! - Candace chocó un botín contra el suelo -. ¿De veras tú y yo vivimos en la misma casa? Aquí el bochorno es peor que en Miami. Otra capa de ropa y moriré de un golpe de calor. Ni siquiera tuve que utilizar el difusor para volumen cuando me sequé el pelo - tiró de uno de sus rizos y lo soltó -. Observa - la elasticidad hablaba por sí misma.

- El hombre del aire acondicionado viene el miércoles - Beau se secó su frente bronceada -. Ahora, ve a cambiarte de ropa o te meteré por la cabeza esa tienda de campaña, a ver si así pones a Jason celoso.

- ¡Leo! - puntualizó Candace.

- ¿Y si te pruebas mi vestido abombado verde esmeralda encima de tus pantalones de Phi? - con un dedo del pie, Glory puso a prueba la firmeza de la cama de aire -. Está en el armario, en la caja con la etiqueta << YSL >> .

- No sé - Candace, vacilante, soltó un suspiro -. Necesitaría unos botines negros, y no tengo.

- Ponte los míos de Miu-Miu - Glory dio un soplo para apartarse un mechón castaño de sus ojos azul verdoso.

Monster High - LISI HARRISONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora