Capítulo 22

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Cuando ocurrió el incidente, Melody disfrutaba con Jackson de un descanso posterior al baile en un rincón deshabitado del gimnasio. La oleada de chillidos procedentes de la pista no desvió su atención de las hilarantes historias de Jackson sobre sus estrafalarios vecinos, ni de la manera en la que éste iba saltando de anécdota en anécdota con un suave beso. No empezó a investigar hasta que Bekka gritó:

- ¡Monstruo!

- ¿Qué pasa? – preguntó a un murciélago que pasaba por allí.

- ¡Estaban besuqueándose, y la cabeza de la chica se desprendió! – respondió a gritos mientras salía disparado hacia la salida.

Jackson se rascó la cabeza.

- ¿Escuchaste lo mismo que yo?

Melody soltó una risita por lo demencial de la situación.

- Debe de ser algún truco preparado por Weeks.

- Eso espero – Jackson se mordió una uña.

- ¿Acaso tienes miedo? – bromeó Melody.

- Un poco – admitió él, volviendo la vista por detrás del hombro -. Pero no de la chica.

Casi todos los alumnos y los profesores estaban de pie sobre las mesas; lanzaban sillas al aire al tiempo que gruñían. Aquellos con la valentía suficiente para luchar a ras del suelo se quitaban los disfraces a tirones unos a otros, con la esperanza de dejar al descubierto a algún culpable que anduviera suelto.

MONSTRUO! – vociferaba Bekka -. ¡MONSTRUO! ¡MONSTRUO! ¡MONSTRUO!

Cuando más se acercaba Melody a los chillidos de Bekka, más información le iba llegando. Resultó ser que el chico protagonista de la tragedia era Brett, y que la chica descabezada no era Bekka.

Siguiendo el rastro del caos, los centelleantes ojos avellana de Jackson se humedecieron a causa del pánico.

- Melody, tengo que marcharme, en serio – declaró, al tiempo que se colocaba frente a la cara el ventilador en miniatura. Un alumno que corría hacia la puerta derribó al suelo el aparato, que patinó hacia el otro extremo del gimnasio. Jackson tiró con más fuerza del brazo de Melody.

- No puedo abandonar a Bekka – alegó ella mientras, abriéndose camino a través del caos, lo conducía hacia su horrorizada amiga.

- ¿Por qué? Ella no corre peligro – replicó Jackson con brusquedad.

- ¡Brett acaba de engañarla con otra!

- ¡Monstruo! – un fantasma espasmódico se estrelló contra Jackson. Acto seguido, desapareció.

Cuatro policías armados irrumpieron en el gimnasio, seguidos por un equipo de paramédicos que transportaba una camilla.

- ¡Encierren a sus novios! Se están infiltrando. ¡Pretenden copular con nuestra especie! – gritó Bekka, y se arrodilló junto al cuerpo abatido de Brett. Arrancó un hilo negro del dedo de su novio y lo examinó con atención.

- ¡Vamos! – Melody tiró de Jackson hacia la pista de baile una última vez.

Bekka se levantó. Tenía las mejillas empapadas de lágrimas y llevaba el moño cardado a media asta.

- ¡Ahí estás! ¿Viste lo que pasó? Fue horrible – comentó entre sollozos.

Melody no sabía exactamente si Bekka se refería a la decapitación o al engaño por parte de Brett; de todas formas, convino en que había sido horrible.

Monster High - LISI HARRISONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora