En una de esas noches que recuerdan a la sopa de tomate y a los macarrones con queso.
La luz, del color de la nieve fangosa, se iba desvaneciendo poco a poco, como si estuviera controlada por un potenciómetro, y suplicaba perdón desde el barranco a espaldas de la casa de Jackson. El cielo en penumbra engañaba a la vista, pues un árbol delgado perecía un frágil anciano.
Había dejado de llover después de las clases; pero aún << arbolaba >>, expresión local para describir el agua que se desprendía de las hojas. Lamentablemente, no existía otra expresión local para describir el frío que calaba hasta los huesos. En opinión de Brett, eran las condiciones ideales para rodar su película, Crónicas de la caza del monstruo. Aunque, según comentaba Bekka, habían pasado siete minutos de la hora y aún no habían llegado.
- Confío en que esté bien – Bekka se sentó en el tronco de un árbol caído. Haylee y ella estaban envueltas en una manta isotérmica que Melody le había quitado a Beau. Fabricada con una especia de papel aluminio que atrapaba el calor y revestida de forro polar, supuestamente proporcionaba calor a los escaladores en las cumbres más nevadas. Pero al tener a Jackson acurrucado a su lado, Melody había decidido que la manta le sobraba.
En su primer momento, había tratado de declinar la oferta para participar en lo que, en secreto, ella llamaba El proyecto de la bruja de Brett, porque había quedado con Jackson para estudiar. Pese a que él aún no lo sabía, ambos tenían una película por rodar. Se llamaba Chica... interrupción. No había más que ver los ejemplos de la noche de sábado. Rodar dos tomas de la escena del beso era una absoluta prioridad.
Pero Jackson estaba junto a la taquilla de Melody cuando Bekka le pidió a ésta el favor, y él ofreció el terreno de su casa como escenario de la grabación. Tras años de abandono, el barranco estaba descuidado, cubierto de vegetación. Y los coyotes - ¿o eran lobos? – aullaban al llegar la noche. Bekka estuvo de acuerdo en que era perfecto, e inmediatamente envió un mensaje a Brett indicándole la nueva ubicación.
- ¿Crees que estará con la chica nueva? – Bekka se ciñó la manta isotérmica hasta tal punto que Haylee parecía un rollito de sushi.
- ¿A quién te refieres? – preguntó Melody, percibiendo el aroma tropical de su propio perfume. Estaba atrapada bajo la manta isotérmica y se mezclaba con el aceitoso olor a las pinturas al pastel de Jackson. Combinados, olían a primer amor.
- Frankie Stein – respondió Haylee.
- Ya sabes, la de todo ese maquillaje – añadió Bekka.
- ¿Y por qué iba a estar Brett con ella? – preguntó Jackson, adorablemente dispuesto a tomar parte en la maliciosa conversación entre chicas.
- No lo sé – Bekka se arrancó un pasador que se le había soltado de un lado de su ondulada melena y se lo volvió a colocar -. Pero deberías haber visto cómo estuvo flirteando hoy con él, en clase de biología. Me extraña que tu madre no te lo haya comentado.
Jackson se burló ante la idea.
- Mi madre apenas habla últimamente, aparte de lo << estresada >> que está por cierto asunto, el cual no puede comentar porque está demasiado << estresada >>.
Cada vez que mencionaba la palabra << estresada >>, Jackson sacaba las manos de la manta isotérmica y trazaba en el aire el signo de comillas.
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Monster High - LISI HARRISON
Teen FictionLO FREAK ES COOL Bienvenidos a MONSTER HIGH, donde lo monstruoso está a punto de ser Fabuloso.