Perdóname

1.2K 51 25
                                    

Mi pierna temblaba y el corazón peleaba con la razón, las palabras de Charly lo habían alentado a cerrar esa puerta de desconfianza e inseguridad, aferrándose a creer en las palabras de mi esposo pero en mi cabeza se repetían constantemente ese Charly del pasado. Con unos tragos encima ¿Qué podría pasar?

Dubitativa, mordí mi uña del dedo índice y sin poder aguantar más está presión que tenía en el pecho por su lejanía, corrí a buscarlo al pasillo pero, ya era demasiado tarde. Solo se veía la soledad de un pasillo gris, resignada, exhale un suspiro y solo espere.

Sus palabras calaron dentro y no medí el nivel de mis acciones hasta que escuche la puerta sonar, no podía llamarlo porque había dejado su celular en la habitación, así que solo me tocaba esperar que regresara y poder hablar como una pareja normal.

Normal... Parece que ese concepto ninguno de los dos lo conocía. Me coloco la mano en mi pecho, queriendo aliviar esa presión que tenía, estábamos bien, estábamos felices y este tropezón hizo a nuestros días tambalearse. Lo extrañaba, mi cuerpo y mi corazón ya tenían la costumbre de tenerlo siempre cerca y aunque habían pasado unos minutos, deseaba regocijarse en sus brazos y volver a sentir ese calor que nos traía paz.

Observe mi mano, con el sol iluminando mi año ¿En qué estaba pensando?

CHARLY FLOW

No quería dejarla en la habitación, algo en mi interior me controlaba y solo quería cuidarla y atenderla hasta ver ese nuevo brillo en sus ojos. No era nada grave, pero el verla dormir tanto, desanimada y apagada, hacía que mi mundo tambaleará, mi misión era protegerla de todo, cuidarla, llenarla tanto de amor que no pudiese manejarlo, intoxicación o no, no me gustaba ver al amor de mi vida sin su brillo particular.

Despeine mi cabello y camine por las calles de Las Vegas bajo la luz de la luna, esperar que estuviese en completo soledad sería una locura, la fiesta y la lujuria movían está ciudad y como almas nocturnas que buscaban saciar su sed de deseo, las personas salían en masa, llenando los casinos y discotecas del lugar.

No tenía muchos planes esa noche, mi cabeza aún se mantenía en la habitación junto con mi corazón, mis pies se movían por incercia y sin pensarlo, entre al primer lugar que me llamó la atención. Jugaría por unas horas y regresaría de nuevo a la habitación, sin Yeimy a mi lado, mis ganas de hacer algo diferente, se desvanecían.

Río internamente al imaginar cómo enloquecería al saber que estoy metido en otro lugar que se quedará con mi dinero. Las maquinitas captan mi atención y sacando el primer dólar, comienzo a jugar en lo que se llevaría lo que tenía en mi billetera.

Perdí la noción del tiempo y en esos instantes tenía un equilibrio entre lo perdido y lo ganado. 100 dólares gastados y 100 dólares ganados, era suficiente. Los tragos no faltaron y a medida que jugaba, poco a poco mi organismo fue sintiendo ese calor en mi interior causado por la bebida.

Deje las máquinas atrás y me sitúe en el bar, la llegada de la medianoche había animado al lugar y ahora se encontraba repleto de gente bailando en el centro de la pista y otra, arrumada en la barra del bar, tratando de pedir algo de ver ¿Un casino en una discoteca? Mala combinación, aunque pensándolo bien, es una buena jugada; al estar en todos los sentidos, es más probable que gastes todo el dinero que tienes en aquellos juegos.

Mi pie repiqueteaba al compás de la música que salía por los parlantes, ya estaba por acabar mi trago cuando sentí miradas encima de mí, mire a mi alrededor y encontré a un grupo de personas murmurando al mirarme y otro grupo de mujeres haciendo la misma acción, levanté mis cejas, negando deliberadamente y ese fue la señal de las mujeres para acercarse.

Simplemente tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora