Tacones Rojos

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- Ya te dije que no.

- ¡Pero, papá!

- Emilio, basta. No es no.

Llevaba los papeles en la mano de los participantes que se presentarían ese día; dos semanas después y la cálida ciudad de Cali nos recibía con sus esplendor, quedaba una ciudad en la gira y el reality empezaría con los candidatos elegidos.

- ¿Pa, por qué lo miras así?

- ¿Qué dijiste, mijo?

- Llevas rato perdido en tus pensamientos y mirando a Emi con esa cara.

- Ah... No, todo bien, hijo. Una pregunta ¿Has hablado con tu mamá? ¿Te ha comentado algo?

- No ¿Por qué?

- ¿Pasa algo, muchachos? - Pregunte, reuniéndome con mis dos hombres - ¿Por qué tenés esa cara, Charly?

- ¿Pero de qué cara hablan, ome?

- Te dejo con tu marido, desde hace días que está raro.

Lo observé y razón tenía mi hijo. Charly llevaba días meditabundo y por más que intentaba entrar en su cabeza, hacer que me dijera lo que le ocurría estaba tan cerrado como una ostra. Por la forma que miraba a Emilio diría que... No, seguro eran ideas mías.

- ¿Entonces qué, princesa? ¿Estamos ya? - Dio un aplauso, regresando en sí.

- ¿Vos seguro que estás bien?

- Que si, ome. Vamos, que ya va a empezar. ¿Vos qué? ¿Venís?

- Vayan ustedes yo me quedo resolviendo unos asunticos acá.

- No entiendo porqué no puedo participar si hay niños que han cantado - Gire mi mirada para encontrarme con un Emilio enojado.

Esta semana, Juancho decidió acompañarnos para gestionar toda la organización y lo que se llevaba hasta ahora, al niño estar con él no le tocó otra que traerlo a la ciudad. Le hacía ilusión pero ahora, ese deseo le estaba costando caro.

Me puse a su altura, haciendo que me mirara directamente a los ojos, capaz si hablaba con él, tendría más éxito que su papá.

- Mi amor, tú papá tiene razón. Ahorita no es momento, te prometo que cuando pase todo esto, te dejaremos cantar en el escenario.

- ¿En serio? - Pregunto emocionado - ¿Nosotros? ¿Sin él? - Culminó, señalando a Charly y el rodó los ojos como respuesta.

- Si, pecesito. Sin él - Reí y tomado de su mano, nos fuimos al plato donde se llevaría a cabo la audición.

Saludé a los técnicos y a los demás que formaban parte del jurado, decir que estaba agotada era poco, era algo distinto a lo que normalmente hacía, estaba feliz pero, estar viajando de un lado a otro y permanecer horas sentada al finalizar el día me dejaba exhausta.

- ¿Qué les parecen los chicos que tenemos hasta ahora? Bacán ¿No? - Preguntó Mike.

- La verdad es que sí. Tenemos muy buenos talentos, la competencia será reñida - Respondió más atrás Nick.

- Creo que lo importante es impulsar una competencia sana entre ellos, se lo que generan este tipo de programas y no me gustaría que alguno de estos chicos dejará su sueño a un lado por no lograr lo que quieren.

- Tenés toda la razón - Acotó Charly, entrelazando su mano con la mía debajo de la mesa - ¿Ya te dije lo hermosa que estás hoy? El rojo te luce princesa y a mí calienta.

- Charly, no empieces - Lo mire de mala gana, ocultando una risa que estaba por escaparse.

- ¿Qué? Sí es la verdad - Acercó su boca para susurrarme al oído - No te imaginas lo que me invita a hacer esa boca.

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