All of me

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- Charly ¿Qué se supone que es esto?

Mis ojos no daban cabida a lo que estaban presenciando, en un segundo había perdido las palabras porque no podía procesar lo que parecía ser su sorpresa; a veces los detalles eran insignificantes, pero por más pequeño o grande que fuesen, siempre tomaban valor y tal vez para alguien más eran una simple construcción, pero para mí significaba algo más. Esta casa significaría algo más.

- ¿Esto? Esto es simplemente el comienzo de todo lo que quiero contigo. Te presento a Destino, la proyección de este largo camino, para nosotros, para ti. Cada segundo que pase lo quiero contigo y lo quiero aquí.

- Charly...

- No hay peros. Es como empezar de cero, princesa, algo que sea de nosotros dos que no conlleve sobre sus escombros recuerdos del pasado. Que podamos construir nuevos ¿No te parece?

- Esto es... - Mis ojos seguían clavados en la fachada de lo que sería nuestro nuevo hogar. Un chalet de dos pisos con paredes rocosas, con unas ventanas que contenían una gran iluminación, no era tan grande, pero para nosotros era perfecta – No tengo palabras para agradecerlo ¿Cuándo adquiriste esto?

- Hace como unos cuatro meses quizás – Respondió sonriendo con picardía.

- ¿Cuatro meses? – Hace cuatro meses estábamos en España ¿Cómo era posible? – ¿Desde entonces la has tenido? – Asintió con honestidad, acortando la distancia entre nosotros y tomando mi cara entre sus manos.

- Quiero que mi vida sea completamente contigo, ya te di el hijo, ahora te doy la casa y solo faltaría el perro. Aunque con el hijo... cuando quieras traemos más – Libero una ligera carcajada antes de capturar mis labios en un beso corto y dulce.

- Tan bobo – Imite su gesto, juntando mi frente con la de él, la felicidad que experimentaba ahora mismo parecía querer desbordarse – Gracias por todo esto, mi amor.

Me dio un último beso antes de guiarme al interior de nuestro nuevo hogar. No iba a negar que este nuevo paso me asustaba tan solo un poco, con Charly cada sentimiento era intenso y también temeroso, aceptamos ir a por todo cuando dimos el sí, cuando dejamos que nuestros corazones fuesen los que guiaran el camino que nos tocaba seguir y era por ello que a veces cargaba conmigo aquel temor que todo este ensueño en cualquier momento fuese a terminar.

Charly tenía razón en algo: Aprovecharíamos cada segundo de esto y durara lo que tenga que durar. Aunque mi corazón imploraba que fuese para siempre.

La felicidad es como tener un líquido vital en un frasco, la disfrutas y aprecias de a gotas porque sabes que en algún momento se acabara.

Pero, de eso se trata la vida ¿No? De experimentar y cada sensación, cada emoción es una descarga eléctrica para avisarte que aun sigues de pie, sea bueno o sea malo, esa descarga eléctrica, esa chispa siempre será necesaria para dar otro respiro.

Le sonrió dulcemente, dándole un apretón en su mano cuando el ingresa la llave en la puerta principal, un largo pasillo nos recibe con paredes decoradas con cuadros de ciudades, los colores eran cálidos y la luz tenue; si Charly hizo todo esto solo, tiene un talento escondido. Me guio a lo que parecía ser el recibidor y allí fue donde pude captar las voces que venían del exterior, al parecer no estábamos solos.

- Esta es la otra parte de la sorpresa, mi amor – Agrego con su conocida alegría - ¿Qué fue? – Alzo su voz - ¿Empezaron sin nosotros? ¿Qué hubo, mijo? – Se acercó a Axl que ya venía con un trago en la mano, palmeo su hombro, dándome luego uno de los vasos para el quedarse con otro.

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