Simplemente tu

Queriéndote

Troné mi cuello, masajeando levemente la zona contraída; llevaba horas en el estudio que perdí la noción del tiempo, el silencio presente me hizo saber que ya éramos pocos los que aun seguíamos en la productora y yo tenia al pobre de José trabajando todavía conmigo, aunque lo hacia sin rechistar, reconocía que no podía abusar de su buena fe.

- Entonces, que, reinita ¿Aun trabajando? – Guie levemente mi mirada a la entrada del estudio, para encontrarme con mi marido.

- Estaba terminando de grabar algunas canciones, a pesar de que me devolviste el derecho de todas, quiero re-grabar algunas nada más.

- Son tuyas, princesa. Podes hacer con ellas lo que queras – Alego, dejando un dulce beso en mi mejilla.

- ¿Sabes qué estaba pensado? – Calle por unos segundos - Grabar la versión de reflejo que cantamos en el versus ¿Te acordás? Me gustó mucho esa presentación

- Se notaba en tu mirada, además estabas conmigo

- Tan Iluso. No me respondiste ¿Que decís?

- Con vos voy a toda, pero ¿No crees que tenemos muchas canciones juntos ya? ¿En serio querés eso?

- ¿Te molesta? – Arrugue mi entrecejo. No pensé que fuese un problema para él, colaborar en mi álbum.

- Por supuesto que no, pero el disco es tuyo y quiero que seas vos la que brille en él, es tu momento

- Yo quiero que brilles a mi lado ¿Estamos juntos en esto o se te olvidó?

- Claro que no, amor. Sí es tu decisión, pues lo hacemos, de una

- Gracias por ser el impulso de este sueño. – Pase mis brazos por encima de sus hombros, para dejarlo posados en su cuello, manteniéndome cerca de el - Se que Juan estuvo allí desde el inicio, pero, vos me motivaste a encontrarme conmigo misma y volver a creer que todo era posible cuando lo había dado todo por perdido, cuando toda la mierda me había caído encima.

- Porque sé que vos sos fuerte y toda esa mierda que estaba pasando con Juancho y tu voz no te iba a detener. No lo tenías que mencionar – Me coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja, dejando un beso en la punta de mi nariz - No pasa nada, todo bien.

- Deja esa pelea ya con él, Charly

- ¿Qué? Sabes que es broma, no te enojes

- Pero en serio, gracias, Charly. Hiciste que todo esto que este viviendo ahora fuese posible y sigues estando allí, a mi lado – Mi frente descanso sobre sus labios, mientras un suspiro se escaba de mi interior.

- Es un pacto que no tiene fecha de vencimiento. Hasta el final del camino, siempre te tomare la mano – Sonreí y lentamente nuestros labios se acercaron hasta que escuche un carraspeo.

- No quería interrumpir, pero ¿Yeimy? ¿Volvemos a grabar?

- ¡Si! Lo siento, Pepo, seguro estas cansada ¿Una ultima y estamos?

- Hágale pues.

Charly salió de la gabina, dejándome en mi mundo, tan solo siendo la melodía, las letras y yo, lo observe de reojo, recibiendo un guiño de su parte que alboroto todo mi sistema nervioso. Cosas que con el pasar de tiempo no cambiaban. Con un asentimiento de cabeza de José, la pista comenzó a sonar y yo navegue, perdida en ella.

∞

Mis tacones resonaban por todo el estudio, deteniéndome cada segundo para saludar los a presentes; los viernes eran los días mas complicado de la semana por todo lo que teníamos que hacer, entre ocuparse de los asuntos del estudio y de grabar, el tiempo se me iba en ello que me quedaba poco espacio para ocuparme de asuntos personales. Pero amaba lo que hacía, por eso hay un dicho que dice que sarna con gusto no pica.